La abanderada del “indie” mexicano Carla Morrison se enjuga las lágrimas derramadas en su anterior disco, Déjenme llorar (2012), con el que ganó dos Grammy Latinos, y en su nuevo álbum, Amor supremo, recupera el mensaje que la llevó a la música, de valentía que no teme confesar sus modelos a seguir.
“Yo quiero ser fuerte como Shakira”, asegura en una entrevista esta compositora e intérprete, quien se reconoce seducida por las letras y la capacidad de la colombiana para evolucionar del rock crudo a la sensualidad siguiendo sus propias directrices, igual que “en algún momento” también la inspiraron Gustavo Ceratti o Ricky Martin.
Morrison forma parte de una hornada femenina cada vez más potente y con mayor presencia en la música, integrada también por Javiera Mena, Francisca Valenzuela o su compatriota Natalia Lafourcade.
– El Universal