El Real Madrid aplasta a domicilio en La Coruña

El Real Madrid se curó en salud tras la derrota en el clásico con una victoria por 2-6 sobre el Deportivo La Coruña que le permite seguir igualado en puntos con el líder Barcelona a tres jornadas del final, aunque con un partido menos que los azulgrana.

Pero fue la pegada blanca, y no otra cosa, la que hizo la diferencia.

No importa si es la BBC o las olvidadas joyitas de la banca. El potencial goleador mantiene a los hombres de Zidane en la pelea por la Liga. A pesar de las dudas, la falta de equilibrio y, sobre todo, su desastrosa defensa.

Volvió a lucir el ataque del equipo B del Real Madrid; ese que Zinedine Zidane desempolva cuando necesita lidiar con los rivales de media tabla hacia abajo. Isco fue la brújula del ataque del Real Madrid y quien puso el espectáculo colaborando en cinco de las seis jugadas de gol.

También lució Morata, el que pide a gritos subir al pelotón de elite con su efectividad.

O Lucas, el que baja en silencio desde la grada para solucionar el problema con la falta de profundidad, y James, el que pone el coraje.

El Deportivo no se había terminado de acomodar cuando Morata, al segundo 52, puso el 0-1 en el marcador. Antes de que se cumplieran 15, James Rodríguez aumentó la ventaja a 0-2.

Isco se sacó de la manga la mejor jugada del partido colándose hasta el corazón del área combinándose con Marcelo y ya cuando tenía mareados a los defensores del Deportivo, cedió para que Lucas marcara el 1-3 y el equipo merengue se fuera tranquilo al descanso.

La enésima jugada orquestada por Isco y Morata, que tras regatear al arquero en un mano a mano cedió el balón para que James pusiera el 1-4 con su segundo gol de la tarde.

Poco antes de abandonar el terreno de juego al 78, Isco puso broche de oro a su gran actuación con el 1-5. Casemiro pondría el sexto a dos minutos del final con un disparo lejano.– ESPN

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