La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que México tiene 75% de prevalencia de estrés en su fuerza laboral, lo que lo coloca en el primer lugar por encima de las primeras economías del mundo como China, con 73% o Estados Unidos, con 59 por ciento.
Un reciente estudio realizado en Inglaterra ha demostrado que actividades como el tejido, la pintura o la cerámica no solo entretienen, sino también aportan importantes beneficios a la salud mental de quienes las practican, especialmente en la tercera edad.
Este análisis, basado en datos de más de siete mil personas, confirma lo que muchos ya sospechaban: las artes y manualidades pueden ser una poderosa herramienta para combatir el estrés, la ansiedad y mejorar el bienestar general.
El estudio, publicado por Frontiers in Public Health, se centró en investigar cómo la participación en actividades creativas como la pintura, el bordado o la escultura influye en el bienestar subjetivo de las personas mayores. En este contexto, el bienestar subjetivo se refiere a un conjunto de emociones y percepciones que reflejan cómo se siente una persona con su vida y consigo misma. Este concepto incluye variables como la felicidad, la satisfacción con la vida, y una sensación de que la vida tiene propósito.
Incuestionable
Los resultados del estudio son claros: aquellas personas que se dedican a las manualidades reportan niveles más altos de satisfacción personal y felicidad. El estudio también reveló que quienes participan regularmente en actividades creativas, independientemente de su nivel de habilidad, perciben que su vida tiene más valor y sentido. Este hallazgo es crucial, ya que la percepción de que la vida es “valiosa” es uno de los factores más importantes para mantener una buena salud mental, especialmente en las personas mayores.
De hecho, los investigadores encontraron que la participación en manualidades puede ser un predictor más fuerte de satisfacción con la vida que variables tradicionalmente consideradas clave, como el género, la edad o incluso el empleo. El simple acto de crear algo con las manos parece tener un efecto poderoso y reparador en el estado de ánimo de las personas.
Testimonio
En una tarde tranquila, las manos de Teresa, de 72 años, se mueven ágilmente entre las agujas de tejer, creando una bufanda para uno de sus nietos. Tejer es para ella algo más que un pasatiempo, es una vía de escape, un medio para calmar la mente y encontrar satisfacción en su día a día. Como Teresa, muchas personas mayores descubren en las manualidades y actividades creativas una fuente de bienestar emocional que va más allá de la simple distracción.
datos a destacar
Aunque las personas mayores enfrentan una variedad de desafíos como el deterioro de la salud física, investigaciones indican que estas actividades les proporcionan una sensación de propósito y tienen un impacto directo en su salud mental.
Aunque el estudio encontró una relación positiva entre la participación en actividades creativas y un mayor bienestar, también señaló que estas actividades tienen un impacto limitado en la reducción de la ansiedad.
Texto: Darwin Ail
Fotos: Cortesía