El economista Jorge Carlos Canché Escamilla considera que los planes antiinflacionarios del presidente Andrés Manuel López Obrador ayudan, pero que no solucionan de fondo la crisis
Ante el pronóstico de la llamada “cuesta de enero” pudiera prolongarse hasta por tres primeros meses del año, el Gobierno federal contempla un tercer plan antiinflacionario, ante lo que el economista Jorge Canché Escamilla manifestó que esta situación es de índole mundial, por lo que planteó que, “en el caso de nuestro país, para subsanar, es necesario contar con más inversiones y una mejor recaudación fiscal”.
En entrevista con Peninsular Punto Medio, el exdirector de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) y quien aspiraría a ser rector de esa casa de estudios, señaló que, para que una economía se mueva, hay que invertir en actividades y obras que generen y dinamicen el entorno global de la actividad económica.
-En el caso de México, hay una reducción del gasto: el país no está invirtiendo, el crecimiento económico a nivel nacional es menor y no crece a los ritmos deseados –comentó.
“Esto no quiere decir que haya países que tienen ciertas condiciones para agilizar sus actividades económicas y tienen estrategias para contenerlo”, agregó.
Como se recordará, en diciembre pasado, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) aseguró que el plan antiinflacionario del gobierno de Andrés Manuel López Obrador evitó una política de control de precios y una inflación superior a 10%.
La segunda versión del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) buscó el objetivo de reforzar su lucha contra el incremento de los precios alimentarios, donde destaca la eliminación de las exportaciones de maíz y frijol. Todo apunta a que habría una tercera versión.
Canché Escamilla señaló que, para lo anterior, hay que enfocarse en la política económica y se puede mirar desde dos vías: la política fiscal y monetaria. “En el caso nuestro se han enfocado a la segunda y han olvidado la fiscal. Todavía no existe una recaudación fiscal, poco se recauda y sumado a que ahora invierte poco, esto no quiere decir que se hagan otras inversiones”, dijo.
Los ingresos tributarios tuvieron su primera caída en cinco años. Contabilizaron más de 3.8 billones de pesos durante el 2022, lo que representó una contracción anual de 0.9%, en términos reales, como consecuencia de los estímulos fiscales otorgados para evitar que el precio de la gasolina se dispare. Se trata de la primera caída anual en los ingresos tributarios desde el 2017, de acuerdo con datos preliminares del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Las cifras del SAT informaron que no se cumplió con lo establecido en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2022, en la cual se estimaba que la recaudación tributaria sería de 3.9 billones de pesos, no obstante, sólo se cumplió 96.7% de lo programado. En otras palabras, hubo un faltante por 132 mil millones de pesos.
Tan sólo la recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (Ieps) obtuvo 117 mil 532 millones de pesos en el 2022, esto es, una contracción anual de 72.7% en términos reales. En la LIF 2022 se estableció que la recaudación por el Ieps sería de 505,238 millones de pesos, es decir, solo se cumplió con el 23%.
El especialista indicó que también se depende de un modelo económico exportador de acuerdo con la economía mundial y que el socio mayor es Estados Unidos.
Respecto al tiempo que llevaría la “cuesta de enero”, dijo que se va resarciendo y que el Estado genera estrategias de la atención de los programas sociales para que la población tenga recursos.
Sobre las inversiones que necesita el país, el economista consideró que podrían ser con el nearshoring, pero que en el caso de Yucatán hay especialistas que afirman que se requiere de mejor infraestructura y mano de obra calificada.
El término nearshoring consiste en mudar las fábricas del país de origen a uno cercado en el que todo sea más barato, como el salario de los obreros, la electricidad y los combustibles, los insumos, impuestos, etc.
“Ciertamente se requiere de mayor infraestructura, llegan inversionistas nacionales y extranjeros, entran acciones de maquiladores de la tercera generación, por ello el comportamiento del desempleo es menor que en otros estados”, expresó.
Explicó que esto se debe a la seguridad que hay en el país y que donde dudas es en el sector inmobiliario.
-Hace años decían que, cuando el sector de la construcción está dinamizando, la economía va bien, pero esto es relativo, nuestro estado tiene ciertas características particulares, de seguridad, situación estratégica y ahora se busca diversificar la actividad económica, que ya no dependa de una actividad, se ve en lo turístico, maquiladoras, rubro comercial y manufactura -resaltó.
Sobre el hecho de que con China se pueden realizar alianzas, pero que el problema es que México tiene un tratado de libre comercio con países de Norteamérica y que se pudiera incurrir en alguna violación, opinó que esta situación no es problemática, sino que está en función de las capacidades para hacer las gestiones pertinentes.
-Hay tratados con China, pero no son tratados globales, sino casos particulares, la economía de China está marcando el rumbo, se tienen relaciones de comercialización y de ciertas inversiones no bajo el esquema que se conoce -anotó.
Como publicamos en su oportunidad, hace unos meses hubo diferencias entre los países que integran el llamado T-MEC, ya que Estados Unidos y Canadá buscan aplicarse en energías verdes, donde México desentona, pues aún le sigue apostando a los combustibles fósiles. Mientras que los primeros se han fijado en contar con más autos eléctricos para los cuales utilizarán energías verdes, nuestra nación apuesta en producir más combustible con refinerías.
Luego hubo otro problema con el maíz transgénico. El principal argumento del gobierno mexicano es que el maíz amarillo transgénico que actualmente le compra a Estados Unidos, no es apto para consumo humano. El problema: no hay validez científica que lo respalde. En ello coincidieron consultores y analistas. Además, cuando el T-MEC se firmó, se permitía la importación.
En cuanto a qué tipo de fábricas lleva China a otros países, señaló que “ellos están en todo el mundo, porque su gran población y su dinámica económica tienen su capacidad para hacerlo”.
Texto: Darwin Ail
Fotos: Agencias/Cortesía