El excremento de este animalito es materia orgánica realmente rica en nutrientes y sustancias que favorece el desarrollo de las plantas
Para los amantes de la jardinería y la horticultura no hay nada mejor que utilizar productos ecológicos para tratar sus cultivos, con el objetivo de aplicar estrategias sustentables y amigables con el medio ambiente, mientras se garantiza también el preservar la salud de los productores y de los consumidores finales, como es el caso del humus de lombriz.
El humus de lombriz es una de las herramientas agroecológicas que ha demostrado que fortalece los cultivos y propicia su enraizamiento de un modo bastante asequible, incluso desarrollando el humus de lombriz en casa.
En las siguientes líneas se plasman los aspectos generales que sitúan al humus entre las mejores opciones para fertilizar los huertos y las plantas de jardín.
El humus de lombriz no es más que el excremento que producen las lombrices después de ingerir y digerir su dieta cotidiana. Esta materia orgánica es realmente rica en nutrientes y sustancias que favorecen el desarrollo de las plantas como lo son el fósforo, nitrógeno y potasio.
Las excretas de lombrices presentan un alto contenido de microorganismos que desarrollan reacciones químicas en las que sus productos secundarios actúan modificando la textura del suelo y su composición de gases, estas características especiales son las que hacen al humus tan atractivo para añadir a los cultivos.
Favorece el trasplante. Al presentar un alto contenido de minerales y nutrientes para las plantas, una vez que se realiza el trasplante la planta encuentra un microambiente óptimo para enraizar, proceso que realizará con fortaleza y podrá dar una buena cosecha.
Mejora la textura y composición del suelo. El humus, al ser totalmente orgánico, modifica la composición del suelo aportando nutrientes y microorganismos que le dan una textura mucho más suelta y aireada. Cuando el suelo se vuelve más blando, resulta más fácil que la planta enraíza y soporte condiciones adversas.
No produce mal olor. Este tipo de abono orgánico no genera el olor característico que produce el estiércol, por lo que resulta bastante agradable de trabajar, especialmente en zonas urbanas, lo que favorece el desarrollo sustentable en todo tipo de espacios mientras se aleja la antigua creencia de que sólo el campo produce.
El humus de lombrices realmente no presenta mayores desventajas en su uso; puede resultar un poco más costoso que el uso de fertilizantes químicos. Pero si se hace un análisis concienzudo del coste de la inversión contra la productividad y calidad de los frutos del huerto; es un gasto que de verdad vale la pena realizar.
¿Cómo se usa?
El uso del humus de lombrices varía de acuerdo al momento de la colocación del mismo o del tipo de especie de cultivo a tratar. Cuando se va a realizar la siembra o plantación, el humus debe ser colocado en el fondo del hueco de cultivo en una cantidad aproximada de 100 gr. que puede variar de acuerdo a las exigencias de la especie para favorecer el crecimiento y enraizamiento de la plántula.
Si más bien se realizará la fertilización de plantas ya crecidas; se debe realizar un aporte de humus de lombriz de entre medio a un kilogramo por metro cuadrado de suelo; luego se realiza un rastrillado del suelo para luego aplicar directamente el producto. Mientras que, al realizar cuidados del césped, este debe ser fertilizado con medio kilo de humus por metro cuadrado.
Una presentación de humus que se ha popularizado por su practicidad para ser colocado es el humus líquido de lombriz. Este fertilizante puede ser suministrado a los cultivos o plantas por el sistema de riego, sin necesidad de remover la tierra o de cargar sacos para su colocación.
Si se trata de una siembra pequeña que no cuenta con un sistema de riego, sencillamente se debe disolver el producto en una relación de 5 litros por cada 100 litros de agua y realizar el riego de las plantas de modo cotidiano.
¿Cómo se hace?
Preparar humus procedente de lombriz es una tarea bastante sencilla conocida como vermicompostaje. Esta labor consiste en alimentar a las lombrices con los restos de pieles de frutas y verduras; así como cáscaras de huevo para que estos animalitos produzcan las heces conocidas como humus de lombriz; luego pueden ser aplicadas directamente sobre las macetas o sobre el huerto familiar.
Es importante ser conscientes de que para iniciar esta tarea que traerá grandes beneficios al cultivo del huerto primero debe realizarse la compra de lombrices de California, una especie reconocida por su buen desempeño en el vermicompostaje.
Entre tantas formas de aplicar el humus de lombriz, se debe tener claro en que este no se aplica únicamente sobre el suelo a fertilizar; también puede ser colocado en macetas con plantas.
Para este fin, lo ideal es añadir unos 50 gramos de humus después de remover la tierra de la superficie trimestralmente, con el objetivo de darle mantenimiento a las plantas y enriquecer el suelo en el que se desarrollan.
Lógicamente, si se trata de macetas pequeñas con especies botánicas que no alcanzan un gran tamaño en su ciclo de vida; la dosis de humus de lombriz debe ser reducida a una cantidad aproximada de 30 gr., por trimestre como mantenimiento.
Texto y fotos: Darwin Ail / Cortesía