El próximo 17 de febrero comienzan los trabajos de rescate del templo de San Agustín, de la población de Nahbalam
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dio a conocer que este 17 de febrero iniciarán los trabajos de recuperación del templo de San Agustín, de la población Nahbalam, en Temozón, obra arquitectónica del siglo XVIII.
El templo católico, construido hacia 1720 (este año celebraría 300 años de edificación) se desplomó el 7 de octubre de 2018, tras una serie de fuertes lluvias que se dejaron sentir sobre la península de Yucatán, erosionando techos, muros y contrafuertes de la estructura original.
De esta manera, tras casi dos años de su pérdida, el INAH, destinará un presupuesto de 5 millones de pesos, cobertura del seguro por el bien inmueble, propiedad de la nación y que está bajo la custodia de la arquidiócesis de Yucatán.
Arturo Chap, responsable jurídico del INAH Yucatán, señaló que todos los bienes inmuebles propiedad de la nación están asegurados.
Tras constatar la compañía aseguradora del impacto y el daño recibido por el edificio se cubrió la cobertura del seguro, por lo que, en la siguiente semana se iniciarán los trabajos para la intervención del edificio, obra que estará a cargo del arquitecto Antonio Vega Rangel.
El recinto eclesiástico dedicado a San Agustín, conserva 4 imágenes de madera, realizadas por artistas mestizos en los siglos XVIII, XIX y XX, incluyendo la imagen del Santo Patrono, que fueron puestas bajo custodia de las autoridades federales y que retornarán a este edificio cuando se concluyan los trabajos de recuperación.
El inicio de obra está programado a partir del próximo 17 de febrero y para ello, contará con mano de obra local. La intervención consistirá en limpieza de escombros, reforzamiento de la cimentación, construcción de muros de mampostería y techado del templo, por lo que se estima que los trabajos se terminen en un período de 10 meses.
Tanto el Centro INAH Yucatán, como personal de la Dirección de Bienes Eclesiásticos y Arte Sacro de la Arquidiócesis, supervisarán los trabajos.
El templo, construido en 1720, es de mampostería, cuenta con una nave, formadas por muros laterales y por arcos sostenidos por pilares de cantería labrada.
La Ley General de Bienes Nacionales en los artículos 81, 82 y 83, precisa que los inmuebles federales utilizados para fines religiosos y sus anexidades que estén considerados como monumentos históricos deben de recibir trabajos conservación, restauración y mantenimiento de los muebles e inmuebles, apegados a las disposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
En su caso, manifestó que, previo al siniestro de octubre de 2018, la institución había recibido reportes de filtraciones en los techos, problemas en las estructuras y falta de mantenimiento en sus área de construcción del edificio histórico.
Fueron las lluvias y la falta de mantenimiento las que provocaron el reblandecimiento de la estructura, el derrumbe del techo abovedado y las paredes laterales de la iglesia.
En la fachada de la iglesia, se conserva una una placa, la cual indica que la construcción de esta se concluyó en 1720, por lo que en 2020 este centro religioso cumpliría 300 años.
El párroco de esta localidad Carlos María Puc Romero, publicó en su momento: “el techo de bóveda de la iglesia de San Agustín de Nabalam se derrumbó este domingo 7 de octubre minutos después de las 11:00 de la noche (…) Hoy se suma a otras tantas iglesias de Yucatán que solo quedan como recuerdo y cuyos vestigios nos recordarán su grandeza y gloria del pasado”.
Semanas antes, el sacerdote había advertido desde su cuenta de Facebook que el techo de bóveda o cañón de la iglesia tenía notorio deterioro por fisuras donde se filtra el agua al interior del templo.
Fuente: ACOM