Integrantes de la colectiva “Ya no somos invisibles”, acompañadas de autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah), y del Museo Regional de Antropología Palacio Cantón, colocaron en el Antiguo Callejón del Ex Congreso, una placa conmemorativa de los 100 años de que Elvia Carrillo, Rosa Torre González, Beatriz Peniche y Raquel Dzib Cicero, las primeras mujeres electas en México, tomaron posesión de sus cargos de representación popular.
En la ocasión también se recordaron sus importantes contribuciones para el acceso a las mujeres al voto y a sus derechos político-electorales, por lo que piden desde la ciudadanía, que dicho callejón se llame “Pasaje de las Sufragistas”.
“Haremos todo el cabildeo necesario y todas las cuestiones burocráticas e institucionales pertinentes para que se dé el nombramiento oficial, pero mientras tanto para nosotras es un gran avance que al pasar la gente mire la placa y se entere quienes fueron estas mujeres de las cuales hoy honramos su memoria, lucha, valentía y convicción por construir un mundo con igualdad de condiciones para todos nosotras”, dijo Liliana Hesant, integrante del colectivo.
Durante el acto protocolario, se recordó que fue Elvia Carrillo Puerto quien se acercó a varios diputados socialistas, con la esperanza de que apoyaran al movimiento a favor del sufragio de las mujeres.
Fue así que el Partido Socialista del Sureste lanzó la candidatura de Rosa Torre González como regidora de Mérida para 1922. Y para 1923 las de Elvia Carrillo Puerto, Raquel Dzib Cicero y Beatriz Peniche Barrera (de Ponce) como diputadas al Congreso del Estado.
Es el 7 de noviembre de 1922 cuando Rosa Torre González resultó electa como regidora del Ayuntamiento de Mérida, lo que la convirtió en la primera mexicana en obtener un cargo de elección popular. del que tomó posesión el 19 de enero de 1923, meses después, el 17 de noviembre de 1923 Elvia fue electa diputada por el distrito de Izamal, Raquel por el tercer distrito de Mérida y Beatriz por el segundo.
Desgraciadamente no estuvieron mucho tiempo en sus cargos pues el Gobernador, que también había sido un aliado suyo, Felipe Carrillo Puerto, fue asesinado por grupos de la oposición conservadora y se vieron forzadas a renunciar a sus cargos e incluso, en el caso de Elvia Carrillo, a huir del estado.
—Las demás también se enfrentaron a diversas violencias, como en el caso de Rosa, ya que falsificaron su firma para que abandonara su puesto como Regidora, momentos oscuros que también es importante nombrar, pues son parte de la memoria histórica de las mujeres yucatecas y mexicanas, que ha sido tan olvidada y silenciado —dijo Liliana Hesant, quien recalcó la necesidad de hacer visible esto serie de acontecimientos que convirtieron a Yucatán en referencia internacional en la historia de las mujeres y los derechos humanos y fue un antecedente inmediato al voto femenino en México.
En su intervención, la actriz Silvia Káter recordó que esta es la quinta placa que instala la colectiva “Ya no somos invisibles”, y la primera del año. En 2022 colocamos una en el Teatro José Peón Contreras, el 8 de marzo, para conmemorar el Primer Congreso Feminista de México de 1916; la segunda el 7 de mayo, en conmemoración de “La Siempreviva”, en el recinto donde se ubicaran sus instalaciones; la tercera en los Altos del Ateneo Peninsular, donde estuvieron las oficinas de la Liga Feminista Rita Cetina Gutiérrez y la cuarta en el sitio donde funcionó uno de los sedes del Instituto Literario de Niñas.
Texto y foto: Manuel Pool