“Recuperan” mural de Orozco

El conjunto mural de José Clemente Orozco en la Universidad de Guadalajara recuperó su fisonomía original luego de presentar más de 40 fisuras y el desprendimiento del 20 por ciento de la placa pictórica en 2016 a causa de un sismo.

Durante cuatro meses se hizo una intervención al tríptico integrado por El pueblo y sus falsos líderes, El hombre creador y rebelde y El hombre pentafásico, que data de 1936-37. La restauración arrojó un estudio estructural de la obra montada sobre una cúpula falsa.

A partir de la técnica de la fotogrametría, una suerte de radiografía en tercera dimensión a la toda la obra, se encontró que el tríptico está montado sobre una cúpula metálica con una capa de cemento de 40 centímetros, que no corresponde a la arquitectura original del edificio.

Fue una construcción añadida a un inmueble que en realidad se integra por dos escuelas antiguas unidas, y que por un periodo sirvió como Palacio Legislativo. Eso hizo más susceptible el mural durante el sismo trepidatorio.

Y como si se tratara de un rompecabezas, los restauradores Alberto González y David Oviedo, del Centro Nacional Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble  (Cencropam), coordinaron la restauración de los murales con base en el análisis tridimensional.

Los investigadores coincidieron en que la estructura metálica no está dañada ni en riesgo. Entonces la restauración se concentró en trabajos de limpieza profunda, restitución de capa pictórica, fijación del material nuevo, resane y reintegración cromática.

Un trabajo que tuvo una inversión de un millón 290 mil pesos que aportó la Universidad de Guadalajara, además de 513 mil pesos de la renta de andamios metálicos para el trabajo.

El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) aportó la mano de obra. “En el momento no parecía tan grave, apenas se veían 14 fisuras, pero cuando se hace un acercamiento preciso y una revisión profunda nos damos cuenta de que eran más”. El sismo fue trepidatorio y eso movió la estructura rígida y abrió el muro. Las fisuras seguían el patrón de la misma malla ciclónica que tiene como base. De esta pérdida de pintura, los pedazos que cayeron, pudimos recuperar el cinco por ciento original y lo demás fue reintegración”, explicó el restaurador Alberto González.- Agencias

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