“Lo que está en crisis no es el periodismo, sino una manera de hacer periodismo que es el del siglo XIX. Es normal que se muera”, aseguró el experto en comunicación Arturo Gómez Quijano, autor del libro “Manual urgente del periodismo en tiempos de redes sociales”.
Profesor de periodismo en varias universidades, entre ellas la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid y la del Sagrado Corazón de San Juan de Puerto Rico, Gómez Quijano es el creador del ciclo de conferencias “#NewPaper”, iniciado en 2012 y que pretende ayudar a entender los efectos de la revolución digital en la prensa.
Preocupado por el papel que juegan actualmente los medios de comunicación bajo el paraguas de las redes sociales, Gómez Quijano quiere enfatizar en entrevista que “necesitamos el periodismo más que nunca”.
¿Qué momento vive el periodismo en estos tiempos de redes sociales?
Un período de turbulencias. Estamos en una revolución que, no sólo afecta a la comunicación, sino a todos los modelos de negocio. Y como tal revolución existen una agitación donde se pierden todas las referencias y donde hay que encontrar un sitio nuevo para estar.
Usted es el creador del ciclo de conferencias “#NewPaper” para ayudar a entender la revolución digital en la prensa.
¿Qué es lo que más inquieta a los estudiantes de periodismo de esta revolución?
Lo que más les inquieta es el no saber, la incertidumbre. Lo que está muy en crisis es un modelo de negocio que lleva 150 años y ha saltado por los aires. Los que están en ese modelo saben que es inviable y los que salen de ahí están generando otros modelos.
¿Medios en papel o digitales?
Hoy tenemos medios digitales que están ganando dinero, cosa que no pasa en los tradicionales de papel. Hemos sido educados en un mundo que está desapareciendo y eso crea incertidumbre.
Teníamos una exclusividad de las fuentes, un periodismo que manejaba esa información y la dosificaba en la medida de sus intereses.
Teníamos un monopolio de la información de quienes podían montar o no montar un negocio de información y eso ha saltado por los aires.
Esos “buques” siguen navegando, pero todo el mundo sabe que es inviable. Estos periódicos de 80 páginas que te cuentan la realidad del día anterior son insostenibles.
¿Están bien formados en el mundo digital los jóvenes periodistas que salen de las Universidades?
Los estudios de periodismo contemplan muy pocas asignaturas de digital. Los profesores debemos incorporar lo digital a nuestros temarios y a nuestras clases. Creo que no están formados adecuadamente.
¿Por dónde se orientan las soluciones?
Mario Tascón, uno de los grandes expertos en comunicación e internet, dice que para hacer periodismo necesitamos tres cosas: periodistas, audiencias y algoritmos. Está reflexión la llevo a mis estudiantes y creo que no están formados en algoritmos, o sea, aplicaciones, sotfware, redes sociales y toda la tecnología que podemos usar para nuestra comunicación.
Dicho esto, yo les digo a estos estudiantes que tienen una gran ventaja, porque han nacido con la tecnología y la manejan mucho mejor que los veteranos periodistas que están en los medios.
Los jóvenes no están interesados en un periodismo tradicional sino en modelos fusionados con otras áreas.
“HACER PERIODISMO ES MUY CARO…”
¿Están muy alejados los medios de comunicación y las redes sociales?
En internet necesitas una marca potente y los grandes medios de comunicación la tienen. Eso, en redes sociales, vale mucho. Hay mucha gente que sigue a los medios tradicionales a través de las redes sociales, porque en un mundo de “fake news”, de desinformación y en el que todo el mundo puede informar, las grandes marcas de información son una gran referencia.
Yo creo que no están tan alejados, que tienen un activo enorme, que es una credibilidad por encima de ese maremágnum que hay.
¿Cómo actúan los medios de comunicación en las redes sociales?
Creo que es una relación complicada, porque para mí las redes sociales son más adecuadas para las personas que para las organizaciones.
¿En qué sentido?
Quizá un periodista tiene más potencial que el medio para el que trabaja. Creo que lo complicado es articular las relaciones dentro de las redes sociales con tus propios periodistas y cómo estos medios deben interactuar en las redes, que muchas veces sufren ataques o son utilizados por otros.
Hay mucho sectarismo en esas redes y es muy incómodo para esos medios hacerlo bien. Veo que, actualmente, los medios están aprendiendo en muchos perfiles dentro de las redes sociales, qué hacemos, cómo lo hacemos, qué ponemos, qué adelantamos…
También podremos enviarlos a la Red para que encuentren esa información, actuando en nuestro nombre”, agregó el profesor.
¿Qué opinión tiene sobre el pago por contenidos de los medios de comunicación en internet?
Hemos pasado de un mundo en el que la gente perseguía la información a un mundo en el que la información persigue a la gente, porque las noticias buscan audiencias.
La información nadie la valora, pero debemos hacer que la gente valore el periodismo, la selección, la interpretación y la jerarquía de esa información, qué es lo relevante, que posee fuentes solventes.
Necesitamos el periodismo más que nunca, habrá que buscar fórmulas que pongan en valor esa mediación del periodista y del periodismo. Yo creo que hay que pagar, si queremos información relevante hay que pagar. Hacer periodismo es muy caro…
¿Cómo ve el futuro del periodismo?
Creo que hay una manera de hacer periodismo que está muerto, que lo han matado los propios medios a base de venderse al “oro de Moscú”, de alejarse de las audiencias, de trabajar un lenguaje indescifrable, de no escuchar, de no bajar a “la arena”.
Hoy en día se necesita escuchar a las audiencias, volver a la esencia del periodismo, contrastar la información, porque el periodismo es más necesario y más interesante que nunca en estos momentos donde no tenemos referencias.
¿Cómo ponerlo en valor?
Ahora hay más oportunidad que nunca… Cuando apareció la televisión, la radio puso el grito en el cielo y cambió. Ahora ha llegado internet y ha cambiado todo, pero necesitaremos gente que nos interprete la realidad, que nos diga qué fuente es solvente, que nos diga que está pasando, que nos dé contexto… ese periodismo no se puede morir.
Texto y fotos: EFE