Puebla.-
La reforma energética “ya es un tren bala”. Los cambios impulsados por el gobierno para abrir el sector al capital privado están entrando a una etapa “todavía más compleja y políticamente más sensible” porque es el momento en que “tocan a la gente”, al ser liberalizado el mercado minorista de combustibles y electricidad, aseguró este martes Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía.
La construcción de mercados tanto para gas LP como gas natural, para el sector eléctrico y la liberalización de las gasolinas –cuyos precios hasta ahora han sido básicamente fijados por el gobierno— es la siguiente etapa de instrumentación de la reforma energética. Son los cambios que, a decir del funcionario, “tocan a la gente”.
“La reforma energética ya es un tren bala y las empresas que no se suban al tren van a perder la oportunidad”, afirmó. El proceso de apertura, que inició con la primera ronda de subasta de contratos a mediados del año pasado, “está entrando a esta etapa todavía más compleja, el momento en que toca a la gente, que es la construcción de los mercados para el gas y la electricidad, que son complejos, pero estamos en ese proceso”, dijo el funcionario al participar en la última jornada de la décima cuarta edición del Foro México cumbre de negocios, organizado por el empresario Miguel Alemán Velasco.
Las siete licitaciones de campos petroleros realizadas hasta ahora han sido exitosas, consideró. Como resultado, hay ya 36 empresas privadas participando en el sector con contratos de exploración y extracción de hidrocarburos, actividades que antes de la reforma eran de exclusividad de Petróleos Mexicanos. Otras 60 empresas están interesadas en las licitaciones en proceso, añadió.
Se cerró la brecha de precios de electricidad
En el mismo foro, Jaime Hernández, director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), aseguró que la brecha de precios de la electricidad de uso industrial entre México y Estados Unidos, el país con el que más se relaciona el sector industrial mexicano orientado a la exportación, prácticamente se ha reducido. Sin embargo, no descartó que el próximo año ocurran incrementos en las tarifas, aunque serán, ofreció, movimientos moderados.
En 2012, explicó, las tarifas eléctricas en México eran superiores en 84 por ciento a las de Estados Unidos. Esto, dijo, era un reto importante porque dificultaba la competitividad de la industria mexicana. “En el último corte disponible la brecha se cerró y esto es resultado de las inversiones que se han logrado detonar como resultado de la reforma energética y por la política de la Comisión Federal de Electricidad de sustituir combustibles caros y contaminantes por otros de menor costo y menos contaminantes”. También ha influido la participación del sector privado en las subastas de energía realizadas por la empresa.
En la medida en que la CFE continúe impulsando su programa de inversiones para modernizar las centrales y la subastas de energía arrojen buenos frutos, los industriales deben esperar que la brecha de tarifas entre México y Estados Unidos se mantenga cerrada, mencionó.
“Podemos observar cambios en tarifas, pero serán menos bruscos que lo que teníamos antes, en función de los cambios que hemos hecho”, agregó.
La llegada a la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump –un personaje que no cree que en el planeta esté ocurriendo el cambio climático— no afectará los planes en México de avanzar en la generación de electricidad de fuentes renovables, dijo.
Ratificó la meta de que en 2024 poco más de una tercera parte de la energía del país, 35 por ciento, provenga de fuentes consideradas limpias.
-La Jornada