La marcha del 15N es sofocada por las autoridades con la detención de opositores y bloqueos en las casas de activistas y periodistas
“El “régimen” cubano “tiene miedo de escuchar la voz de su propio pueblo”, aseguró ayer martes el responsable de Latinoamérica en el Departamento de Estado de EE.UU., Brian Nichols, sobre el fuerte dispositivo policial desplegado por las autoridades cubanas con el que sofocó la protesta pacífica convocada para el lunes.
Nichols comentó así la marcha disidente organizada el 15 de noviembre en la isla, que al final no tuvo seguimiento por la detención de opositores y bloqueos en las casas de activistas y periodistas independientes, ante el subcomité del Hemisferio Occidental del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU.
“Es una señal clara de que el régimen cubano tiene miedo de la voz de su propia gente y de sus intentos para reprimir sus deseos legítimos de democracia y marcar su propio futuro”, señaló el funcionario estadounidense.
Nichols subrayó que “las autoridades cubanas arrestaron, bloquearon y hospitalizaron a activistas en toda la isla”, e “intentaron bloquear el acceso a internet a algunas personas, así como a redes y áreas específicas”.
“Continuaremos buscando oportunidades para enviar muestras concretas de apoyo al pueblo cubano”, agregó.
La resaca de la iniciativa disidente del 15N, neutralizada por el despliegue de las fuerzas de seguridad, embebe a un país en el que la polarización y las causas políticas, económicas y sociales de la frustrada protesta siguen igual de presentes.
El Gobierno cubano, que no autorizó la marcha, desactivó la protesta con un inusual despliegue policial en las principales ciudades, mítines de repudio, detenciones de opositores y bloqueos en las casas de activistas y periodistas independientes.
En respuesta, el grupo Archipiélago, impulsor de la marcha por un cambio político en Cuba, acusó al Gobierno de violar sus derechos fundamentales y propuso prolongar las manifestaciones hasta el 27 de noviembre.
El colectivo argumentó que “las causas que motivaron la convocatoria del 15N siguen vigentes” y el Gobierno “no ha entendido el mensaje”, por lo que apuesta por insistir.
El llamado de la plataforma, que aboga por el cambio político dialogado y pacífico y la liberación de los presos políticos, ha sido seguir usando el color blanco, mantener el tema en las redes sociales y un cacerolazo diario a las 9 de la noche.
Texto y foto: Efe/ Agencia