El director de la zona arqueológica de Chichén Itzá asegura que lo declarado por los inconformes y guías de turistas solamente son calumnias hacia su persona
El director de la zona arqueológica de Chichén Itzá, Marco Santos Ramírez, se defendió en entrevista de las acusaciones, a las que calificó de calumnias, por parte de grupos de artesanos, ejidatarios y guías de turistas que desde hace días mantienen bloqueados los accesos al sitio prehispánico, a modo de protesta para pedir su destitución.
Aseguró que a dichas personas no se les amenaza, ni se le discrimina por su cultura o dialecto originario, y que la molestia radica en que, desde su llegada al frente de la zona arqueológica, desde hace ocho años comenzaron a haber cambios para mejorar el orden y organización de dicho espacio, situación que los mantiene inconformes.
“No permitiremos que un grupo reducido de personas siga lucrando con el patrimonio cultural que tenemos en Chichén Itzá. Lo que ellos no entienden es que los visitantes quieren ver las estructuras arqueológicas, no las cerámicas, ni los souvenirs que ahí se venden, razón por la cual hemos intentando mantener ese orden con los vendedores y que la zona arqueológica no se vea afectada durante sus visitas”, indicó.
Recordó que el problema de la presencia de los vendedores ambulantes y artesanos data desde antes que él estuviera como funcionario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah), y que la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas prohíbe el comercio ambulante dentro de estos sitios, con la finalidad de proteger los vestigios.
“La actividad que ellos realizan es ilegal, siempre se ha señalado, pero no estamos en contra de su derecho de acceder al trabajo, sino donde lo están haciendo, pero mientras no se les pueda ofrecer otras opciones, están en su derecho. El tema aquí es cómo lograr que estas dos partes tengan un equilibrio justo entre que se puedan proteger los vestigios y que los vendedores puedan generar recursos económicos”, añadió.
El directivo apuntó que, a su llegada como director de la zona arqueológica de Chichén Itzá, una de las primera acciones que realizó fue un censo de los vendedores, en el que se determinó que actualmente hay unos 674 puestos de artesanos acomodados dentro del sitio; sin embargo, declaró que este número ha crecido exponencialmente, lo que ha derivado en una serie de problemáticas como el aumento de basura, la colocación de lonas que impide que los turistas aprecien los monumentos y hasta la venta de drogas.
“Sólo queríamos tener un control de quién sale y quién entra. Es importante señalar que nos hemos enfrentado a la venta de droga dentro de la zona arqueológica. De hecho, hasta ahorita llevamos dos artesanos que consumen droga dentro de la zona y que se les fue restringido el acceso”, resaltó.
Santos Ramírez recalcó que lo único que se busca es que haya orden, que exista autoridad, no autoritarismo dentro de la zona y quien lo preceda, si eso llega a suceder, “se va a seguir enfrentando con las mismas problemáticas si no se respeta el orden”.
Mencionó que, como autoridad, siempre han buscado tener un acercamiento y mesas de diálogo con los diversos grupos, pero que actualmente una de las lideresas de los ambulantes, Silvia Cimé Mex y el comisario ejidal de Pisté, Armando Dzul Mex, se acercaron a pedirle que se habilitará una zona de monumentos prehispánicos como estacionamiento y poder cobrarles a los visitantes, pero al oponerse fue que comenzó todo este movimiento en su contra.
“No puedo permitir que unos cuantos se enriquezcan y cobren a costa del patrimonio cultural. Hemos detectado otras irregularidades como que los propios titulares de puestos de artesanías rentan estos espacios a otras personas o los revenden, así como que ejidatarios pretenden realizar negocios, como poner restaurantes en zonas que forman parte del sitio arqueológico”, anotó.
Asimismo, dijo que uno de los principales reclamos de los integrantes del ejido es que ellos no ven reflejadas las ganancias en su entorno y el crecimiento de su localidad. En ese sentido recordó que un porcentaje de lo que ingresa al Inah por la venta de boletos para ingresar a Chichén Itzá se regresa al municipio de Tinum vía aportaciones federales anualmente de varios millones de pesos.
“Este ya es tema del presidente municipal dónde distribuye este dinero. Y si hablamos de los anteriores presidentes municipales, Evelio Miss el que está detrás de todo este movimiento junto con su hija Natalia Miss, a ellos habría que preguntarles dónde quedó ese dinero que llegó y que nunca hicieron nada por la gente”, resaltó.
Ante estas acusaciones contra el ex alcalde y el ex comisario de Tinum de estar detrás de este movimiento de bloqueos, el funcionario federal comparó el buen trabajo y acercamiento que se ha tenido con la actual primera edil del municipio, Alicia Góngora, donde se ha visto el uso de los recursos a favor de la población en proyectos como la capilla del municipio donde construyeron un museo, el parque y el centro cultural.
Centro de Atención
El también arqueólogo dio a conocer que con el proyecto del Tren Maya se podría tener una futura solución a este problema en Chichén Itzá, ya que se construye un parador turístico que contemplará un espacio llamado Centro de Atención a visitantes, que tendrá un área para que los artesanos y comerciantes puedan trabajar de manera digna.
“El Tren Maya va a posibilitar que la gente que tenga ahí un puesto y pueda hacerlo de una forma digna y en un lugar adecuado”, reiteró.
Explicó que este centro, que, aseguró, estará listo este año, se construye en la antigua pista de aterrizaje, a pocos metros de la zona arqueológica, donde habrá una estación del tren, por lo que “cuando los turistas lleguen ahí, podrán comprar recuerdos y artesanías”.
“La intención no es que haya un desalojo o reubicación de los ambulantes, es que ellos decidan trasladarse a un espacio idóneo para su trabajo”, recalcó.
Por último, informó que Chichén Itzá recibe diariamente a 7 mil personas, pero ahora, con el bloqueo, la cifra ha descendido, pues estimó que el lunes pasado apenas entraron 100, el martes, 20 y ayer miércoles, cuatro, lo que presenta una pérdida económica.
Texto y fotos: Andrea Segura