Los estudiantes quedan aislados sin ningún adulto en los centros educativos de Marawola y Tondo. Las autoridades elevan a 1,649 el número de muertos provocados por el terremoto, el tsunami y las avalanchas de barro que afectaron la región central de Célebes
LOS EQUIPOS DE RESCATE indonesios encontraron con vida a 31 menores que habían quedado atrapados en dos colegios una semana después del terremoto y tsunami que golpeó la isla de Célebes, informó ayer la agencia de rescates, Basarnas.
Los menores fueron rescatados ayer en dos centros de formación profesional, 23 de ellos en uno del subdistrito de Marawola, en Sigi, y otros 8 en uno de Tondo, poblaciones situadas al sur y al norte de Palu, la capital provincial, respectivamente, declaró a Efe el portavoz de Basarnas, Yusuf Latif.
El portavoz no pudo precisar la edad de los estudiantes, que quedaron aislados sin ningún adulto en estos centros educativos donde por lo general suelen acudir alumnos de entre 15 y 17 años.
“La catástrofe ocurrió en viernes por lo que (los adolescentes) todavía estaban estudiando en las escuelas”, dijo Latif quien aseguró que todos los jóvenes ya se encuentran de vuelta con sus familiares.
Basarnas indicó que el Gobierno extenderá el periodo de búsqueda en la región hasta catorce días después del desastre, y que después decidirá los pasos a seguir.
Las autoridades elevaron ayer a 1,649 el número de muertos provocados por el terremoto, el tsunami y las avalanchas de barro que lo siguieron, que afectaron la región central de Célebes, donde más de 70,000 personas se han visto desplazadas.
Más de mil personas continúan sepultadas bajo los escombros y el barro, según estimaciones oficiales y de ONG, sobre todo en el barrio de Balaroa de Palu, la ciudad más afectada, y el pueblo Petobo, situada a siete kilómetros al sur de la capital provincial.
El Gobierno de Indonesia está restringiendo la ayuda internacional tras el terremoto y tsunami del 28 de septiembre, al limitar el acceso de personal sanitario y de rescate de otros países.
Fuentes diplomáticas indicaron a Efe que los aviones para transportar asistencia humanitaria sufren retrasos por los estrictos controles indonesios y en las zonas más afectadas de la provincia de Célebes
Central no se han visto expertos foráneos en la fase crítica de búsqueda de supervivientes.
Cinco días después del seísmo de 7.5 grados, al que siguieron un tsunami y aludes de tierra en la isla Célebes, el gobierno indonesio anunció el miércoles que aceptaba la oferta de ayuda de 17 países de los 29 que se ofrecieron para el envío de aeronaves de transporte, generadores, tiendas de campaña y tratamiento de agua.
El viernes, el portavoz del ministerio de Exteriores indonesio, Arrmanatha Nasir, dijo que 23 aviones de 12 países habían sido aprobados y se encontraban en Yakarta, Balikpapan, en la isla de Borneo y puente hacia la zona del desastre, o en Palu, urbe más afectada por el seísmo, según el Jakarta Post.
Por el momento, esta asistencia ha estado limitada a la distribución de bienes ya que las autoridades indonesias restringieron la colaboración de organizaciones internacionales, incluidos personal sanitario y especialistas en búsqueda y rescate, según fuentes diplomáticas y ONG sobre el terreno.
A excepción de unos pocos casos, como un equipo médico que ha llegado ayer de la India, o bomberos franceses y españoles que llegaron el jueves y viernes, respectivamente, los expertos extranjeros no se ven sobre el terreno.
Los españoles de Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF), que llegaron además con dos perros para localizar personas con vida bajo los escombros, regresan a España después de no haber sido autorizados para asistir en las labores de asistencia.
Texto y foto: Agencias