Rescatan casona y la convierten en un paraíso a turistas

Amate 61 además de hospedaje, ofrece experiencias únicas para turistas e incluso los propios meridanos

Dos jóvenes yucatecos se unieron para rescatar una casona ubicada en la calle 61 y convertirla en un Hostal Boutique, en donde además de hospedaje, ofrecen experiencias únicas como participar en una ceremonia del cacao, temazcal y hasta un espacio para hacer yoga.

Quién diría que detrás de una fachada normal se puede disfrutar de todo un paraíso, comenzando con una alberca lineal que ofrece en cada extremo un jacuzzi, y que es sin duda una gran invitación para refrescarse del intenso calor que en estos días se registra en la capital yucateca; la experiencia se complementa disfrutando de una siesta en hamaca por encima del agua.

Al respecto Edoardo Triay y Raúl Sánchez, empresarios orientados al mercado inmobiliario y  hotelero, respectivamente,  explican que viendo como extranjeros adquieren predios en el Centro Histórico y los remodelan, decidieron recuperar uno, en este caso el ubicado en la calle 61 entre 40 y 42 en el centro de la ciudad, para ofrecer un servicio de hospedaje de lujo y que, a la vez, los propios meridanos tengan la oportunidad de disfrutar de las amenidades que ofrecen mediante un day pass. 

Así es como nació la idea de abrir “Amate 61”, donde los huéspedes, sin tener que abordar algún transporte, pueden, a pie o en bicicleta,  trasladarse a puntos de interés en el primer cuadro de la ciudad como museos, restaurantes,  lugares de arte, bares, o en su caso disfrutar del Gran Parque de la Plancha que se ubica a unas cuadras.

Importante es destacar que con este proyecto, que es socialmente responsable, también se genera trabajo para personas que viven por el rumbo, que ya no tienen que utilizar algún transporte para ir a laborar a otros lugares de la ciudad.

Además, el hostal también ofrece una ventana al arte, ya que en sus instalaciones exhibe cuadros y otros objetos que inclusive están a la venta, respaldando a los artistas yucatecos, mientras que en la barra de su restaurante  se puede observar la manera en la que el chef en turno prepara en la plancha los tradicionales huevos motuleños para luego servirlos a su mesa.

En este concepto innovador, además de ofrecer habitaciones en el concepto tradicional, también hay la opción de compartir espacios provistos de tres literas, algunos exclusivos para mujeres y otros mixtos, lo que permite una tarifa muy accesible y la oportunidad inclusive de hacer nuevas amistades.

A unos meses de iniciar operaciones, “Amate 61” ha recibido la visita de turismo europeo y nacional, por lo que ante esta buena respuesta, se proyecta contar pronto con otras dos casas que bajo el mismo concepto funcionarán: una en la calle 62, muy cerca de la famosa “La Negrita”, y otra más, en la calle 50, en una ubicación muy cercana al Corredor Gastronómico.

Datos a destacar

– Los huéspedes sin tener que abordar algún transporte, pueden, a pie o en bicicleta, trasladarse a puntos de interés en el primer cuadro de la ciudad

– Con este proyecto, que es socialmente responsable, también se genera trabajo para personas que viven por el rumbo, que ya no tienen que utilizar algún transporte para ir a laborar

– A unos meses de iniciar operaciones, Amate 61 ha recibido la visita de turismo europeo y nacional, por lo que ante esta buena respuesta, se proyecta contar pronto con otras dos casas

– La segunda propuesta estará lista en marzo del año próximo y la tercera a finales del 2024: una en la calle 62, muy cerca de La Negrita, y otra más, en la calle 50, en una ubicación muy cercana al Corredor Gastronómico, respectivamente.

Texto y fotos: Manuel Pool