En la fotografía se observa un anillo no perfectamente esférico amarillo y naranja, con tres puntos más brillantes
Científicos del Telescopio Horizonte de Sucesos (EHT, por sus siglas en inglés) han desvelado el jueves la primera imagen del agujero negro -un espacio del que nada, ni siquiera la luz, puede escapar- en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
En varias ruedas de prensa simultáneas celebradas en distintos países, los investigadores han dado a conocer la histórica fotografía de este agujero negro supermasivo, llamado Sagitario A*; en ella se observa un anillo no perfectamente esférico amarillo y naranja, con tres puntos más brillantes.
“Es fascinante, realmente nuevo y extraordinario”, ha resumido el director general del Observatorio Europeo Austral (ESO), el es- pañol Xavier Barcons, en la rueda de prensa organizada por este organismo en su sede de Garching, cerca de Múnich (Alemania).
Este resultado constituye “una evidencia abrumadora” de que el objeto es realmente un agujero negro y aporta valiosas pistas sobre el funcionamiento de estos gigantes que, se cree, residen en el centro de la mayoría de las galaxias.
La imagen ha sido obtenida por un equipo de investigación global, la Colaboración del Telescopio Horizonte de Sucesos, utilizando observaciones con una red mundial de ocho radiotelescopios, que funciona como un telescopio virtual del tamaño de la Tierra.
Los resultados del equipo EHT se publicaron ayer en una edición especial de The Astrophysical Journal Letters. La esperada imagen muestra “al fin el aspecto real del enorme objeto que se encuentra en el centro de nuestra galaxia”, señaló el ESO.
Anteriormente, la comunidad científica ya había observado estrellas orbitando alrededor de algo invisible, compacto y muy masivo en el centro de la Vía Láctea.
Estas órbitas permitían postular que este objeto -conocido como Sagitario A*- era un agujero negro, y la imagen de ayer proporciona la primera evidencia visual directa de
ello, aseguraron los científicos. Aunque no podemos ver el agujero negro en sí, porque está completamente oscuro, el gas brillante que lo rodea tiene una firma reveladora: una región central oscura rodeada por una estructura brillante en forma de anillo.
“Lo sorprendente es lo bien que coincide el tamaño del anillo con las predicciones de la teoría de la relatividad general de Einstein”, declaró el científico del proyecto EHT Geoffrey Bower.
Texto y foto: EFE