Maravillosos paisajes y abundante flora y fauna es lo que se encuentra en el bello puerto de Río Lagartos, santuario natural y turístico ubicado en el litoral oriente de nuestro estado, a 50 kilómetros de Tizimín.
Uno de los atractivos de este paradisíaco lugar es el ojo de agua del Balneario Chiquilá, ubicado al final del malecón, donde en medio de los manglares los visitantes disfrutan de un refrescante chapuzón.
A un costado se encuentra un restaurante que ofrece ceviches y platillos a base de pulpo y pescado que es muy frecuentado por los habitantes de todo el oriente que visitan el lugar de manera constante todo el año, y en frente hay una zona de manglares a la que se puede acceder por medio de un puente de madera que concluye en un estanque en el que habita un cocodrilo.
Enclavado en la Reserva de la Biosfera Ria Lagartos, que abarca desde San Felipe hasta las Coloradas y El Cuyo, este es el lugar ideal para embarcarse y por medio de un tour hacer un recorrido por el estero y finalizar en la playa con un ritual, en el que los visitantes se cubren con arcilla que funciona a manera de exfoliante que luego se enjuaga con agua de mar, este es el famoso “baño maya”.
El viaje de dos horas y media o tres, permite observar garzas tigre y blanca, cormoranes, flamencos rosas, que son el atractivo principal para los visitantes además de los cocodrilos.
Hay más de 30 puntos donde se pueden ver a estos majestuosos reptiles, pero al llegar a la vuelta de Chun Ek u Holtán, los lancheros golpean el bote y chiflan como llamando a un perro y de pronto para sorpresa de los paseantes aparece al costado de la embarcación un enorme cocodrilo que sube a la lancha y abre sus fauces esperando su recompensa, un fresco pescado, esto mientras los turistas se toman la foto del recuerdo.
El es “Pancho Cocodrilo”, lleva muchos años conviviendo con los pescadores, mide entre 3 y 3 metros y medio, y es una de las principales atracciones en el recorrido en el que se pueden ver y alimentar a dos águilas pescadoras, explicó don Alberto, quien destacó que en esta época en las que la pesca ribereña no pasa por buen momento, se ha dado mucho impulso a la actividad turística.
Precisamente, Río Lagartos es la sede del Festival del Pulpo, que por segundo año se llevará a cabo, en esta ocasión del 18 al 20 de octubre, la próxima semana, donde los restauranteros ofrecerán degustaciones de sus platillos elaborados con base en este molusco.
Además, habrá una exposición de artesanías y de otros productos elaborados por la gente del oriente del estado, con la cual se que busca dinamizar la economía del lugar, al que por cierto esta llegando inversión de empresarios que huyen de la violencia que se genera en La Riviera Maya y en general en el norte de Quintana Roo.
–En Río Lagartos hay paz y tranquilidad, la gente puede estar en la calle a las dos de la mañana sin problema alguno, eso es algo muy importante y apreciado por el visitante– destacó don José Alberto, quien extendió una cordial invitación al público para visitar este santuario natural, una experiencia única e inolvidable.
Texto: Manuel Pool
Fotos: Luis Payán
