Rumbo a París 2024

Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
latribunaesnuestra@gmail.com

Oficialmente ya estamos a menos de 6 meses para que el fuego olímpico vuelva a encender el pebetero en los juegos de París 2024, y con eso los ojos de todo el mundo que disfrutarán de mes y medio de competencias entre la justa olímpica y paralímpica. Pero justo en este momento se lleva a cabo uno de los eventos que dará los últimos cupos para los deportes de agua, el Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos en Doha.

Desde que se anunció la incorporación de hombres al nado artístico ha llamada la atención la manera en que se han incluido a las coreografías tanto de grupo como de parejas en una de las pocas disciplinas que, hasta el anterior ciclo olímpico, eran exclusivas para las mujeres. Y en el caso de nuestro país, el nadador Diego Villalobos ha demostrado el gran nivel que tiene producto de tantas horas de trabajo para ponerse a la par de sus compañeras, especialmente de Miranda Barrera con quien participa en la modalidad de dueto mixto.

Haciendo gala de los buenos resultados que han conseguido en anteriores competencias, este fin de semana la pareja mexicana consiguió la medalla de bronce en el dueto mixto técnico quedando por detrás de Kazajistán y China en lo que representa un resultado histórico para la delegación mexicana de nado artístico y que, sin duda, los pone con la mira fija en su debut olímpico.

Otra muestra del gran trabajo que se ha conseguido en conjunto dentro de los deportes acuáticos fue el importante resultado obtenido por el equipo mixto de clavados conformado por Jahir Ocampo, Aranza Vázquez, Randal Willars y Gaby Agúndez. Esta innovadora modalidad pone a prueba la técnica en conjunto con la sincronización y las combinaciones estratégicas de los equipos representantes para lograr sumar la mayor cantidad de puntos, en esta ocasión nuestros representantes se quedaron con la medalla de plata al sumar 412.80 puntos solo por detrás del equipo de Reino Unido.

Y en esta jornada histórica también se consiguió una plaza olímpica que llevaba muchos años sin tener representación mexicana, es decir, la prueba de 10 km de aguas abiertas y fue precisamente la campeona centroamericana, Martha Sandoval, quien obtuvo la marca para estar presente en aguas francesas. A pesar de ser a penas la tercera mujer mexicana en la historia que consigue esta clasificación, no se ha librado de batallar contracorriente para financiar todo lo que implica la búsqueda del sueño olímpico, incluso, hace unos meses tuvo que rifar parte de su equipamiento para poder estar presente en las diversas competencias.

Más allá de los podios, de las medallas, que han sido importantes para quienes nos representan con tanto orgullo, más allá de los cupos que se han logrado en los deportes acuáticos, es necesario que reflexionemos y hagamos un balance de lo que sucede al interior de las organizaciones deportivas de nuestro país, no puede ser que las y los atletas que tantos buenos resultados y alegrías nos brindan terminen pasando parte de su tiempo luchando con sus instituciones y buscando patrocinios. Como bien lo ha señalado el recién campeón del mundo, Osmar Olvera, se agradecen las felicitaciones pero también sería bueno recibir las becas que les corresponden y que tanto ayudarían rumbo a París 2024.