Los expertos de la ONU no albergan dudas sobre la intencionalidad del terror infligido por Rusia a la población ucraniana con los bombardeos
Un año y medio después que se creara, la Comisión de expertos independientes de la ONU que investiga la guerra rusoucraniana trabaja para establecer si las fuerzas rusas han perpetrado en Ucrania abusos de tres tipos que puedan ser legalmente considerados crímenes contra la humanidad. “La Comisión menciona la posibilidad de que las Fuerzas Armadas rusas hayan cometido crímenes contra la humanidad en tres tipos de situaciones”, explicó ayer a EFE uno de los tres comisarios de este cuerpo de investigación, el académico y activista proderechos humanos colombiano Pablo de Greiff.
La primera modalidad de crímenes contra la humanidad, que son junto a los de genocidio los delitos más graves que reconoce la ley internacional, podría haber sido cometida por las tropas rusas al usar “de forma sistemática la tortura en contra de personas detenidas, tanto militares como civiles ucranianos.”
Otras acciones que la Comisión investiga como posibles crímenes contra la humanidad son “las trece oleadas” que a partir de octubre del año pasado y a lo largo del otoño y el invierno pasados Rusia lanzó “contra las infraestructuras eléctricas y térmicas” de Ucrania. “Los efectos acumulados de esos ataques sobre la población civil pueden ser equivalentes a algunos de los crímenes enumerados como constitutivos de crímenes contra la humanidad”, señaló el académico colombiano de la Universidad de Nueva York.
La Comisión estudia las consecuencias de estar durante días enteros sin calefacción ni electricidad por el impacto deliberado sobre infraestructuras energéticas de misiles y drones rusos sobre la salud e incluso la vida de millones de ucranianos a la hora de circular por las calles, recibir tratamiento médico o ganarse la vida con una actividad profesional.
De Greiff y los otros dos integrantes de la Comisión el juez retirado noruego Erik Møseno albergan dudas sobre la intencionalidad del terror infligido por Rusia a la población civil ucraniana con este tipo de bombardeos.
“Ha habido declaraciones desde (el presidente ruso Vladímir) Putin hasta el ministro de Defensa diciendo que se iba a iniciar una oleada de ataques de gran magnitud”, afirmó el colombiano, que entre 2012 y 2018 fue relator especial de la ONU para la verdad, la justicia y la reparación.
La ciudad de Mariúpol, tomada por los rusos en mayo de 2022, después de un asedio de casi tres meses, ejemplifica la tercera categoría de atrocidades que podrían ser constitutivas de crímenes contra la humanidad.
“La ciudad fue atacada de forma sistemática prácticamente sin respiro, bajo una situación de sitio en la que a la población civil se le impedía salir y se impedía la entrada de ayuda humanitaria”, ha recordado De Greiff.