Sacerdotes, insuficientes para la población

El crecimiento poblacional del estado rebasó la condición para dar atención a todos los feligreses yucatecos. En promedio, un sacerdote debería atender a unas 7 mil personas, pero en la actualidad brinda servicio a 30 mil o más, sostuvo el presbítero Gilberto Pérez Ceh.

El sacerdote católico expuso que hacen falta eclesiásticos para atender todas las iglesias del estado, y en muchas ocasiones un sólo clérigo debe de atender diversas comunidades, mucho más en la zona rural.

Pérez Ceh dijo que en este momento hay 105 estudiantes en los Seminarios Mayor y Menor, y que ambos organismos erogan unos 9 millones de pesos anualmente. Estableció que este gasto incluye el pago de docentes que vienen desde Roma a impartir materias y seminarios para los estudiantes.

Dijo que por cada 25 estudiantes que ingresan al Seminario Mayor sólo se ordenan 2 ó 3 anualmente, lo que provoca que se saturen las condiciones de atención a la comunidad católica yucateca y que estén rebasados en el número de personas que atiende cada sacerdote.

Explicó que cada día es menor el número de jóvenes que buscan un acercamiento a la vida sacerdotal, siendo el medio rural el que más jóvenes aportan a los Seminarios Mayor y Menor.

Son muchos factores, señaló, en el medio urbano las condiciones son diferentes, los jóvenes tienen otros satisfactores, están imbuidos en otras condiciones y por ende no tienen tanto acercamiento a la vida religiosa. Tampoco no perciben el valor de la profesión y de un apostolado.

Cuestionado sobre la currícula académica, el clérigo señaló que gradualmente la formación de los sacerdotes cambia y ahora hay mucha más apertura a temas y aspectos que antes no se enseñaban. Sin embargo, apuntó, hay temas que se mantienen, materias que siguen igual, como filosofía, metafísica, filosofía de la religión y historia de la religión, señaló.

Actualmente, apuntó, con el llamado del Papa Francisco a buscar una iglesia “más de salida”, los jóvenes seminaristas advierten esa necesidad de encauzar sus estudios a las exigencias que se viven en el momento actual de la sociedad.

Es importante, expuso, que también los aspectos tecnológicos influyan en el trabajo de la enseñanza de los futuros sacerdotes, porque son otros tiempos y los jóvenes sacerdotes deben de poder comunicarse con la sociedad al ritmo que crece y se desarrolla también todo en su conjunto.

Es preciso, señaló, que los estudiantes tengan la condición de estar cerca de los problemas de la población, de esa manera sabrán escuchar y atender los problemas que viven sus comunidades y darles posibles respuestas acordes a las condiciones que exige el mensaje del Papa Francisco, con una visión más social y comprometida, expresó.

Por eso mismo, los trabajos que entregan los jóvenes seminaristas están también vinculados a las nuevas demandas sociales, problemas sociopolíticos y económicos, deben de tener una visión más global y amplia para un sacerdote, así como una respuesta mucha más comprometida con las necesidades de la gente que con otros sectores. Eso permitirá que los jóvenes sacerdotes tengan vinculación con su medio y con los problemas que tienen sus comunidades, refirió.

José Cortazar Navarrete

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