Salvador Alvarado consolidó leyes que sentaron las bases del México actual‏

Precursor de la educación moderna, impulsor de los derechos sindicales y del bienestar social con una visión adelantada a su época, el General sinaloense Salvador Alvarado Rubio, quien fuera gobernador de Yucatán de 1915 a 1918, consolidó grandes reformas legales de largo alcance, que sentaron las bases para la evolución del sistema educativo y laboral mexicano actual, entre otros aspectos.

En lo anterior coincidieron expertos que disertaron, en una mesa panel de la X Semana Jurídica y Cultural del Poder Judicial del Estado, sobre el impacto de las llamadas "cinco leyes hermanas" promulgadas por el ex gobernador de Yucatán: la ley agraria que estableció el reparto equitativo de tierras para cultivo sustento de los campesinos; la ley de catastro, que estableció las bases para regular conflictos y propiedades; la ley orgánica de los municipios de Yucatán que fijó normas para la constitución de los municipios, la ley de Hacienda y la ley del trabajo, fundamental por su influencia en la constitución de 1917.

Apoyado en la inteligencia de ilustres yucatecos que formaron parte de su gabinete y en el ambiente revolucionario que ya permeaba en Yucatán, el General Alvarado Rubio supo consolidar las demandas sociales que prevalecían en el Yucatán de 1915, cuando arribó designado gobernador por el primer jefe del ejército constitucionalista Venustiano Carranza.

La X Semana Jurídica y Cultural del Poder Judicial del Estado de Yucatán se une de este modo a la celebración y declaratoria de este 2015 como el Año del Centenario del Gobierno Revolucionario de Salvador Alvarado, por parte del Gobierno del Estado, con la realización de esta mesa Panel titulada: “Salvador Alvarado y su impacto sociopolítico: Las cinco leyes hermanas”, en la cual participaron el Magistrado Pablo Monroy Gómez del Tribunal Unitario del Décimo Cuarto Circuito del Poder Judicial de la Federación, el Dr. Fausto Martínez Díaz de la Universidad Pedagógica Nacional, el historiador Cristóbal León Campos y como moderadora estuvo la Mtra. Blanca González Rodríguez, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El magistrado Monroy Gómez abrió señalando que la estatura de Salvador Alvarado como estadista está fuera de duda, pero aclaró que a su arribo, ya había en Yucatán una ideología revolucionaria que hizo que sus ideas cuajaran. Ya había la guerra de castas y otros movimientos y a eso le sumamos que hubo una crisis social y política de la que emergió una clase media que empezó a disputar control político, comentó.

Resaltó la figura del yucateco Héctor Victoria Aguilar, quien junto con Felipe Carrillo Puerto habían formado el Partido Socialista Obrero y colaboró en la conformación de la Constitución Política de 1917, destacado sus aportaciones al redacción del artículo 123 de la misma.

Mencionó también el papel de Antonio Mediz Bolio, abogado poeta, historiador y destacado político, quien colaboró en el gobierno de Salvador Alvarado como director de La Voz de la Revolución.

Dijo que Salvador Alvarado fue objeto de leyendas, pero en realidad fue visionario y era una persona bastante equilibrada, que buscaba dentro de las leyes el mejoramiento de la sociedad, lo cual plasmó en la Ley del Trabajo, además de que era simpatizante de la mediación.

Se refirió al pensamiento del ex gobernador quien pensaba que la corrupción era uno de los más siniestros flagelos de México y la combatía en contra de la concepción generalizada según la cual “el funcionario honorable era un imbécil y el poder debía ser para beneficio propio”.

Dijo que la falta de oportunidades de los jóvenes hoy deben remitirnos a las ideas y mirada crítica alvaradistas de hace 100 años, que sabía que la ausencia de formación y oportunidades de trabajo despliegan la criminalidad.

“Tenía clara la necesidad de establecer tribunales para jóvenes y no solo sancionarlos y reprimirlos; hablaba de la constitución de escuelas parentales, sitios donde al niño en situación de calle se les daba una disciplina familiar, es decir, un socialismo de estado donde el estado no se minimiza ni se pulveriza”.

Por su parte, el Dr. Fausto Martínez Díaz expresó que la Ley del Trabajo de Salvador Alvarado fue muy avanzada, dado que en esa época en Yucatán no existía una ley específica, se usaba el código penal de 1906 y tipificaba la huelga como delito.

La sociedad yucateca tenía ya intenciones revolucionarias y ya se habían intentado incluso huelgas, de manera que cuando llega a Yucatán ya habían bases sembradas y la revolución alvaradista encuentra terreno abonado, explicó.

Salvador Alvarado era una persona que tenía un conocimiento vasto, e intenta experimentarlo en Yucatán, la ley del trabajo repercute en la clase obrera, que estaba en proceso de creación con la organización de trabajadores refresqueros, cerveceros, galleteros, tablajeros, entre otros, lo que le sirvió como base de su proyecto, dentro de cuyos cambios destaca el comité de arbitraje, donde el obrero podía defender sus derechos.

Antes, prosiguió, Alvarado Rubio estableció la casa del obrero mundial, sin embargo tenía planes de lograr nuevos cambios para la clase obrera mediante una ley que permitiera reivindicaciones laborales como derecho a la huelga, descanso dominical, prohibición de trabajo a menores y en 1915 establece la Ley del Trabajo.

El investigador también mencionó el papel de Héctor Victoria Aguilar en el congreso de Querétaro, donde jugó un papel muy importante y fue uno de los principales aportadores al proponer igualdad salarial, derecho a la huelga, establecimiento de juntas de conciliación, etc.

“Era un pensador y estadista, pero también tiene una gran importancia la ayuda de sus colaboradores, se juntó con gente experta que conocía las demandas y necesidades de la gente”.

Por su parte, el Dr. Cristóbal León Campos aclaró que si bien la figura de Salvador Alvarado fue fundamental, son los obreros los que elaboran la ley del trabajo y los maestros la de educación, ya que se nutren de la realidad sociopolítica que se estaba viviendo en Yucatán, por lo que no fueron leyes implantadas.

“Las ideas marxistas y anarquistas ya estaban en Yucatán y todo lo que después tendrá la ley recoge ideas de ferrocarrileros y de los trabajadores de la educación”, expuso. Dijo que el alma máter de la revolución en Yucatán fue el movimiento ferrocarrilero.

Señaló que el proyecto educativo del General Salvador Alvarado implicaba una pluralidad social que no estuvo presente en el porfiriato y tan sólo una lista de asistencia de una escuela en esa época sirve de muestra, ya que están presentes panaderos, obreros, henequeneros, campesinos, etc.

Dio que después de 100 años tenemos cosas vigentes como la Constitución de 1917 y un sistema educativo laico y gratuito.

Las actividades académicas de la X Semana Jurídica y Cultural del Poder Judicial del estado continuarán mañana jueves 3 de septiembre con otro evento abierto al público, se trata de la Mesa Panel “Salvador Alvarado. Su obra en Yucatán”, en la cual participarán la Mtra. María del Mar Boeta Madera de la Facultad de Antropología de la UADY, el Dr. Carlos Pérez y Pérez de la Universidad de Oriente (UNO), el Mtro. Jorge Cortés Ancona, Jefe de Fomento Literario y Promoción Editorial de Secretaría de la Cultura y las Artes (SEDECULTA) y el Dr. Carlos Bojórquez Urzáiz, Rector de la Universidad de Oriente.

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