Por Armando Escalante
De unos meses para acá podemos percibir que en el ámbito político yucateco suceden cosas que presagian cambios y acomodos en la sociedad. Ya están asomando las manos que mueven la cuna del alboroto y aunque todavía no muestran el rostro, se puede inferir el final del camino que van a recorrer.
Están aumentando los casos de abuso policíaco, los atropellos a derechos humanos y las quejas por actuación incorrecta de las policías yucatecas. La exhibición pública de hechos, sean reales, falsos, o magnificados, pareciera tener una estrategia que la mueve en las redes sociales. Abundan los casos en facebook, videos y notas que narran distintos escándalos.
El actuar de grupos disidentes, sobre cualquier asunto, comienza a ser más evidente; la arenga para que ocurran manifestaciones, protestas y marchas, en diversos puntos del estado, se está dando cada semana por goteo. Incluso van enderezadas a socavar proyectos de inversión, afectar a empresas privadas que quieren abrir empleos en el estado y retrasar sus planes de apertura.
Y de igual modo, estos líos encuentran espacio en las redes sociales, en forma por demás coordinada, en varios medios diseñados exprofeso para el golpeteo, como si todo estuviera bien planeado. Se alinean los astros dicen por ahí.
Para colmo, en la función administrativa de los gobiernos, proliferan las metidas de pata de los funcionarios que parecen también formar parte de esos planes de minar la actividad política y gubernamental. Leemos que se cometen errores que hacen diana en la popularidad del gobernador como el trivial tema de la reina de una feria, que en pocos minutos se volvió casi, asunto de seguridad nacional, sin que nadie meta las manos por la gestión de crisis. Por si no fuera suficiente, viene otro concierto en Paseo de Montejo que le genera igual ruido al jefe del Ejecutivo y al Alcalde, y el golpeteo prosigue, sin que nadie meta las manos.
Todos estos golpes si no están bien coordinados, sí lo parecen, pues basta leer los comentarios que generan y las reacciones que producen en los lectores, para encontrar cuál es el elemento común beneficiado: atacar al partido gobernante en el estado y la capital e inducir la frase: “sigan votando por el PRIAN”.
Así las cosas, dicen que en política no hay casualidades; sin embargo, las coincidencias sí pueden darse, a partir de la ausencia de una adecuada coordinación. Es decir, si el día a día le está ganando a los funcionarios al grado de todos estar ocupados, y las cosas simples le afectan a las autoridades, es momento de diversificarse y comenzar a tejer alianzas para que desde afuera, el coucheo sea escuchado. A veces no estar inmerso en el gobierno permite a los de afuera saber mirar lo que desde adentro ya no se distingue.
El xix.- Como les dije la semana pasada, cuídense de esos de Citibanamex: tienen procedimientos obsoletos para devolverle su dinero a los clientes que les “roban” dinero sus propias máquinas llamadas “cajeros electrónicos”. Opinaeditorial@gmail.com
