Segunda Plana

CORRUPCIÓN ES LA palabra de moda, pues está presente en prácticamente todos los discursos que hemos escuchado en la campaña electoral que llega a su fin. Nadie niega su prevalencia sobre diversas actividades del gobierno y de los particulares, y todos dicen tener la fórmula para acabar con ese mal social, tan complicado, extendido y multifactorial. En el foro denominado México Mejor Futuro que, como le informamos, inauguró ayer el Consejo Coordinador Empresarial, apareció un ángulo poco señalado del problema cuando el presidente del CCE, Juan Pablo Castañón, indicó que el gasto público se ejerce mal, lo cual genera más corrupción. El líder empresarial está en lo correcto, pues son moneda diaria los señalamientos de casos en los que el dinero público se malversa y va a parar al bolsillo de particulares. Desde empresas fantasmas hasta compras de terrenos para “engordarlos”, hay muchas formas de hacer mal uso del dinero oficial. Alguien incluso podría escribir un libro con todas las maneras que hay de aprovechar el gasto público para beneficio particular.

LLAMAN LA ATENCIÓN las declaraciones (incluidas en la edición de hoy) del presidente de la Asociación de Agentes Aduanales de Yucatán, Carlos Cervera Domani, en cuya opinión el puerto de altura de Progreso no necesita los servicios de un ferrocarril, pues durante muchos años, señaló, los embarques y desembarques que salen y llegan del puerto se han manejado mediante camiones de carga. Ayer mismo nos comentaban que los puertos mexicanos que son verdaderamente de altura cuentan todos con servicio férreo, dados los altos volúmenes de productos e insumos que se requiere mover, y la necesidad de reducir los costos de transporte para abonar a la competitividad de las empresas. El tema sacó a colación el hecho de que durante décadas las maniobras portuarias en Progreso eran controladas por ciertas personas y grupos, que no permitían la competencia abierta, lo que ocasionalmente provocaba amenazas y agresiones. ¿Se civilizaron ya esos grupos? ¿Ya no hay el afán de controlar política y laboralmente las actividades del puerto y prevalece ahora el manejo transparente de todas las actividades? ¿Qué cree usted?

Por Gínder Peraza

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *