MAURICIO VILA Dosal, Joaquín Díaz Mena y Mauricio Sahuí Rivero se declararon anteayer por el respeto a la vida y contrarios al aborto, el “matrimonio igualitario” y el consumo “lúdico” de la marihuana, aunque eso sí, el primero y el tercero aclararon que si se llegan a probar legalmente esas opciones, respetarían la ley. En reuniones por separado con integrantes del Frente Nacional por la Familia en Yucatán, los tres aspirantes a la gubernatura se pronunciaron a favor de las opciones que, hasta ahora, son mayoritarias entre los yucatecos. Muchos creemos que en las raíces de la situación de corrupción y violencia que padece nuestro país está la pérdida de los valores y principios que por fortuna todavía caracterizan a gran parte de la población yucateca. Cuando ya no causa vergüenza robar, mentir y atentar contra la salud física o la vida de los semejantes, el andamiaje de una sociedad sana, comedida y trabajadora se desploma sin remedio. Los defensores del aborto exigen su “derecho” de hacer con su cuerpo lo que quieran: su cuerpo, del que no forma parte, aunque esté dentro, un niño en gestación, al que no deben matar impunemente.
NO HAY MANERA de agotar aquí los temas que estamos abordando, pero sí podemos hacer un par de apuntes, y decir por ejemplo que si dos hombres o dos mujeres se aman y quieren vivir juntos, pueden hacerlo sin trabas, a su gusto muy personal; pero lo que no pueden o no deben hacer es atentar contra el matrimonio tradicional, que es entre hombre y mujer. Si la fórmula varía, llámenle como quieran, pero no tienen por qué usar el nombre de una institución que es mucho más antigua que ellos. Y en cuanto al uso “recreativo” de la marihuana, ¿alguien conoce un caso en el que se haya autorizado un vicio (al pan, pan, y al vino, vino) y esta medida haya sido tan exitosa que haga declarar a la gente “qué bueno que aprobamos esa drogadicción, porque gracias a eso ya tenemos personas más valiosas, menos muertos por las adicciones y más dinero para servicios de salud, educación y otras cosas?”. Ya bastante tenemos con el alcoholismo y el tabaquismo para además agregar la marihuana como un medio más de corromper el cuerpo y el espíritu.
Por Gínder Peraza
