SEGUNDA PLANA – PUNTO MEDIO

LA AMENAZA creciente de que ocurra la tercera guerra mundial preocupa tanto a tanta gente en el mundo, que en el Viacrucis de Acanceh el cura párroco, Miguel Arcángel Santos Hernández, hizo un llamado a todos los feligreses para que recen por la paz. En los países en guerra Jesucristo sigue muriendo cada día, afirmó el sacerdote en el marco de la conmemoración multitudinaria del Camino de la Cruz que recorrió el Hijo del Hombre en su sacrificio por la humanidad. Más de 2,000 años después del drama que culminó en el Cerro del Gólgota, el planeta todavía se convulsiona por la violencia que se ensaña sobre los más débiles, mientras países enteros ven impávidos la muerte de decenas o cientos de personas. ¿Entenderemos alguna vez el verdadero mensaje de la muerte del Salvador, o seguiremos dominados por la soberbia y el egoísmo, sin entender la caridad y la humildad que el Mesías sigue pregonando desde los evangelios? Desgraciadamente parece que antes de tener una respuesta miles de personas perderán la vida de manera violenta. “Debemos aprender a platicar y dialogar para que esas diferencias que hay entre personas y países cada vez sean menos”, dijo el padre Santos Hernández. Ojalá le hiciéramos caso.

REVELADORAS resultan las declaraciones del presidente de la Unión de Locatarios de Progreso, Frank G. García Gómez, que reproducimos en la página 10 de esta edición, quien dijo que el ambulantaje es un problema importante en ese municipio que se presenta cada año sobre todo en temporada vacacional, y que no tiene para cuándo desaparecer porque las autoridades que deberían combatirlo solamente simulan combatirlo. Es probable que, como en muchas partes, haya funcionarios coludidos con los ambulantes para permitirles su ilícita actividad a cambio de cobrarles ciertas cuotas. Esa conducta de corrupción entre autoridades y ambulantes no es privativa de Progreso, sino que existe en muchos municipios, incluyendo Mérida, donde bien valdría la pena realizar una investigación para conocer la forma en que viven los dirigentes de comerciantes de los mercados municipales. Si no es por el dinero, ¿por qué quieren esos señores eternizarse en esos cargos? ¿Será porque su vocación de servicio es inextinguible, irreductible e insobornable?

UNA DE LAS FORMAS de medir el nivel de actividad que desarrollan los políticos o gobernantes es la revisión de los comunicados que emiten para dar cuenta de sus actividades, mantenerse en la mente de los potenciales votantes y tratar de asegurar así la continuidad de su forma de vida mediante el acceso a otros puestos públicos. Pues bien, ayer Viernes Santo nadie emitió informe alguno sobre sus actividades, probablemente porque estaban más dedicados a las actividades piadosas y ceremonias religiosas propias del día. Quizás algunos se hayan ido de paseo, tal vez fuera del estado o incluso al extranjero, para relajarse tras arduas semanas de trabajo. Ojalá que vengan con las pilas recargadas porque hay mucho trabajo faltante a favor de los ciudadanos.

DE ENERO A MARZO recientes un total de 1,552.7 millones de pesos de participaciones federales ha canalizado el gobierno estatal a los 106 municipios, según reporte de la Secretaría de Administración y Finanzas, que encabeza el ex rector de la Uady Alfredo Dájer Abimerhi. No dio más detalles, así que no podemos saber qué municipios son los que han recibido más de esos recursos, y cuáles siguen pasando apuros para cumplir aunque sea sus tareas básicas. Prácticamente ningún municipio se ha salvado de los severos recortes presupuestales que aplicó el gobierno federal tras la caída de los precios del petróleo, y que vinieron a estropear los cálculos sobre gastos gubernamentales para 2017. Lo peor del caso es que muchos ayuntamientos, a falta de apoyo federal o estatal, recurren a prácticas nada edificantes para hacerse de recursos, como autorizar en exceso la venta de bebidas embriagantes en todo tipo de eventos. No son pocos los alcaldes que han hecho de la presunta falta de recursos su bandera para excusar su inactividad y falta de obras. Y aun así ya algunos están pensando en buscar la reelección, como si estuvieran realizando un gran trabajo. Pobres de los ciudadanos, con menos obras, más ventanas para el vicio y alcaldes simuladores y ambiciosos.

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