SEGUNDA PLANA – PUNTO MEDIO

COMO PLATOS habrán abierto algunos los ojos al escuchar al presidente Enrique Peña Nieto llenar de elogios a su “gran amigo” (así dijo) Emilio Gamboa Patrón, ayer en los discursos vertidos durante la inauguración de la planta cervecera de Grupo Modelo. El jefe del Ejecutivo federal calificó al coordinador de los senadores priistas de “ícono de la política”, y lo consideró su representante en Yucatán, entre otras frases amables dirigidas al legislador delante de cientos de funcionarios de todos los niveles. Nos dicen que Gamboa Patrón, abrumado, alcanzó a decir “me sonrojó”, mientras su rostro aparecía por las pantallas de video instaladas para el evento.

¿QUÉ SIGNIFICAN las palabras del Presidente de la República, cómo deben interpretarse? Hay muchas formas de entender el discurso, y una de ellas sería que Peña Nieto es una persona agradecida a quien el legislador yucateco ha atendido amplia y oportunamente cada vez que ha venido de visita a la Tierra del Faisán y el Venado. Apenas el pasado fin de semana el Presidente fue recibido por Gamboa Patrón en su residencia de las afueras de la ciudad, y hasta jugó golf para relajarse. Pero siendo quizá un poco más perspicaces, podríamos pensar que Emilio Gamboa, con sus más de 30 años en la política, está en el favor del Presidente, quien podría ejercer todas sus influencias y conexiones para hacer del legislador priista el próximo candidato del PRI a la gubernatura del estado. Seguramente esa posibilidad pasó y seguirá pasando por la mente de muchos quienes escucharon ayer a Peña Nieto, aunque hay que subrayar que esto sólo es una especulación, que no hará que los aspirantes a ocupar la Silla de la Calle 61 bajen la guardia ni disminuyan la labor que ya realizan para darse a conocer en todo el estado.

DETALLE RELEVANTE de la inauguración de la cervecera ayer en Hunucmá fue también el discurso del director general de Grupo Modelo, Mauricio Leyva Arboleda, quien al parecer salió al paso de las versiones periodísticas que insisten en alertar a la ciudadanía y el gobierno sobre los riesgos ecológicos que implica la operación de la gran planta cervecera, principalmente en lo que atañe a las reservas de agua de nuestro estado, pues se trata de una fábrica que necesita grandes volúmenes del preciado líquido para operar. Como le corresponde, Leyva Arboleda insistió en que los procesos de su planta están bien diseñados para no afectar el manto freático yucateco… a pesar de que ayer mismo al menos un medio de prensa escrita señaló que el citado grupo no se ha acercado a las instituciones de investigación científica para revisar a fondo sus procesos de producción y conjurar desde la raíz cualquier posible amenaza al medio ambiente, considerando que los yucatecos no solamente deben cuidar su presente, sino también proteger la herencia que van a dejar a sus hijos y nietos. Por cierto, uno de los medios impresos locales afirmó en su edición de ayer que los investigadores del Campus Sisal de la UNAM “tienen la orden de no comentar nada relativo al tema del agua y Grupo Modelo”. Si es cierta, es una versión nada tranquilizadora…

EL REPORTE QUE le entregamos el pasado domingo, en el que se consigna que una inversión de unos 22 millones de pesos para impulsar 33 unidades agrícolas en 11 municipios del estado prácticamente se ha desperdiciado porque los proyectos que entonces empezaron se convirtieron en un “total desperdicio” debido a la falta de atención, seguimiento y asesoría a los productores. No repetiremos la información, sólo diremos que ésta fue recabada por uno de nuestros reporteros durante amplio recorrido por unidades agrícolas de varios municipios. En realidad, ese problema no es nada nuevo, pues a lo largo de décadas la situación del campo ha estado marcada, alternadamente, por la falta de apoyo a los productores y por el arranque de grandes planes que incluso sin empezar se proclaman como las soluciones definitivas al atraso agropecuario de la entidad. A los yucatecos nos gustaría ver por fin la presentación de programas o proyectos transexenales, de mediano y largo plazos, cuyos resultados se puedan medir periódicamente, y con los cuales se comprometan a plenitud los gobernantes de los sexenios que sean necesarios. ¿Será esto un “sueño guajiro”?

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.