Lorenzo Alvarado y Sosa, presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos, consideró que el gobierno federal hace mal en querer imponer a Yucatán la siembra de transgénicos, ya que esto viola el federalismo y la autonomía de los estados.
Indicó que esta medida está generando polémica en todo el país, y que si bien debería resolverse mediante la investigación y el debate de los pros y contras de los transgénicos, la federación no debe obligar a los estados a aceptar cultivos que pueden ser perjudiciales para la salud y la economía local.
“No me parece que el gobierno federal de manera independiente a si sea o no su atribución, no respete el principio de federalismo y si un estado como Yucatán no quiere transgénicos, no es correcto que el otro quiera obligarlo por el simple argumento de que está arriba y por lo tanto el manda. Acá estoy a favor de que el gobernador defienda los intereses locales por encima de un compromiso que no nos beneficiaría”.
No nos beneficia
Con respecto a la entrada a nivel nacional de este tipo de cultivos, Alvarado y Sosa indicó que hay investigadores que están a favor y otros que opinan en contra del uso de semillas genéticamente modificadas, pero al final debe haber un debate abierto y tomar la mejor decisión.
Debate abierto
“Si alguien se atreve a decir que los transgénicos son buenos o no son tan dañinos, entonces tenemos que sentarnos y aclararlo. Este tema debe ser motivo de un debate y una aclaración pertinente sobre el daño que ocasionan los transgénicos y sus posibles ventajas si es que las tienen”, puntualizó Alvarado y Sosa.
Posibles ventajas
“Según Monsanto vamos a producir volúmenes grandísimos de soya, maíz y frijol porque son semillas modificadas genéticamente y porque están preparadas para eso, pero habría que meditar si vale la pena tomar este riesgo, porque no creo que el gobierno del estado haya declarado el estado libre de transgénicos solo por que si, sino es porque considera que así conviene a sus habitantes y a sus productores”, finalizó.
–Roberto Ojeda