Funcionarios del gobierno sirio y líderes de la minoría religiosa drusa anunciaron ayer miércoles un nuevo alto al fuego tras días de enfrentamientos que han amenazado con desestabilizar la transición política del país después de la guerra y han provocado la intervención de su poderoso vecino, Israel.
No estaba claro si el nuevo acuerdo, que fue anunciado por los medios estatales sirios y en un mensaje de video por un líder religioso druso, se mantendría. Una tregua anterior, anunciada el martes, se desmoronó rápidamente.
El anuncio se produjo después de que Israel lanzó una serie de inusuales ataques aéreos en el corazón de Damasco, como parte de una campaña que, según dijo, tiene como objetivo defender a los drusos, que también forman una comunidad sustancial en Israel, y alejar a los milicianos islámicos de su frontera.
La escalada de violencia parece ser la amenaza más seria hasta ahora para la capacidad de los nuevos gobernantes de Siria para consolidar el control del país después de que una ofensiva rebelde liderada por grupos insurgentes islamistas derrocó al líder despótico Bashar Assad en diciembre, poniendo fin a una guerra civil de casi 14 años.
Ofensiva mayor
Israel bombardeó ayer miércoles el cuartel general del ejército sirio en Damasco, tras la amenaza de intensificar sus ataques contra las fuerzas gubernamentales si no se retiran de Sweida, ciudad de mayoría drusa en el sur de Siria en donde murieron más de 300 personas en varios días de violencia.
El número de muertos por la fuerte oleada de bombardeos perpetrados por Israel contra dos áreas diferentes de Damasco aumentó a tres y el de heridos a 34, informó el Ministerio de Sanidad del país árabe.
Los enfrentamientos comenzaron el domingo entre combatientes drusos y tribus beduinas sunitas, después del secuestro de un comerciante de verduras druso, que desencadenó una serie de raptos en represalia, según la versión del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
En medio de esta escalada, el ejército israelí lanzó un ataque cerca de la entrada del Ministerio de Defensa sirio en Damasco y, varias horas después, realizó un bombardeo de mayor envergadura contra el mismo objetivo. Según las autoridades israelíes, el operativo busca proteger a la minoría drusa frente a los abusos de las fuerzas del régimen.
Tras los ataques, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, expresó su profunda preocupación por la situación y pidió el fin de los combates. “Estamos muy preocupados. Queremos que los combates paren porque teníamos un alto el fuego anoche que se rompió de nuevo”, declaró durante un encuentro en Washington con el ministro de Exteriores de Barhéin.
El jefe de la diplomacia estadounidense agregó que ha mantenido llamadas con las partes implicadas y que también están “preocupadas”.
El Ministerio de Defensa sirio había responsabilizado a las milicias de Sweida, de mayoría drusa, de violar el alto el fuego acordado el martes, lo que habría llevado a la intervención del ejército sirio. En un comunicado, el ministerio sostuvo que sus tropas actuaron “en cumplimiento de las normas de combate para proteger a los residentes, prevenir daños y garantizar el regreso seguro a sus hogares de quienes abandonaron la ciudad”.
Los drusos son considerados por Israel como una minoría leal y a menudo sirven en el ejército. En Siria, los drusos han estado divididos sobre cómo tratar con los nuevos líderes del país.
Texto y foto: EFE / Agencias