Un sismo de 5 grados de magnitud sacudió ayer a Indonesia, en concreto las costas de la isla de Sumatra, a menos de 24 horas del tsunami generado por la entrada en erupción del volcán Anak Krakatoa, en el oeste del archipiélago, que dejó hasta ahora 281 muertos, 1,016 heridos y 57 desaparecidos. El movimiento telúrico se registró a unos 85 kilómetros de la ciudad de Padang a una profundidad de 117 kilómetros, sin causar víctimas, sólo pánico entre la población, informó la Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica de Indonesia.
Cifra de víctimas podría aumentar
Las autoridades advirtieron de que el recuento de víctimas podría aumentar una vez expedito el acceso a áreas aún no exploradas tras el desastre. Durante el domingo comenzó el despliegue de ayuda logística a las zonas afectadas, si bien una de las principales vías de acceso quedó parcialmente taponada por la acumulación de árboles, coches y otros escombros arrastrados por la fuerza del agua. También se pusieron en marcha las tareas de búsqueda y rescate de personas que permanecían atrapadas en los edificios que se derrumbaron, según muestran las imágenes difundidas por las televisiones locales.
El tsunami no se produjo, como en anteriores ocasiones en otras partes del archipiélago, tras un terremoto. Todo indica, según barajan las autoridades, que una erupción del Anak Krakatoa que se produjo media hora antes del oleaje habría generado un deslizamiento de tierra submarino. En los últimos meses se ha detectado una creciente actividad del volcán, con varias erupciones desde junio. Según el Centro Indonesio de Vulcanología y de Gestión de Riesgos Geológicos, los signos de actividad se habían intensificado en la última semana, informa France Presse. Un poco antes de las cuatro de la tarde del sábado, una erupción que duró unos 13 minutos provocó una columna de cenizas de cientos de metros.
Estas explosiones submarinas, según el Centro Internacional de Información sobre Tsunamis, son relativamente poco frecuentes, pero cuando ocurren pueden provocar tsunamis causados por el desplazamiento repentino del agua o quiebras de pendientes.
Al no haberse producido ningún temblor previo significativo, las autoridades indonesias aseguraron en un primer momento que el tsunami no se había producido, sino que simplemente se trataba de un aumento de la marea, y pidieron a la población que no entrara en pánico. Por ese motivo no se activó ningún tipo de alerta. “Si hubo un error al principio, lo sentimos”, escribió más tarde el portavoz Nugroho en Twitter.
Vecinos del litoral confirmaron no haber sentido ninguna de las señales que preceden un tsunami, como un acusado reflujo del mar o un temblor.
En uno de los vídeos más compartidos en las redes sociales, el oleaje alcanza la playa de Tanjung Lesung, en Pandeglang, cuando el grupo de pop local Seventeen daba un concierto. En segundos, las olas se llevan por delante el escenario y a los integrantes del grupo entre los gritos del público, que rápidamente también es alcanzado por el agua.
En mensaje publicado en Instagram, el cantante Riefian Fajarsyah anunció entre lágrimas la muerte del bajista y del organizador de la gira de conciertos, así como la desaparición de otros dos músicos, un técnico y su esposa, informó la agencia Reuters.
Texto y foto: Agencias