Hace ocho años la vida del joven abogado José Luis García Slobotsky, dio un giro radical cuando descubrió la existencia del stand up, una nueva forma de hacer comedia muy diferente a contar chistes como acostumbraban los grandes artistas de la vieja escuela.
Después de subir unas participaciones a una desaparecida aplicación donde poco a poco comenzó a ver que se multiplicaban sus visitas, decidió que esto era su pasión y renunció a su carrera de Derecho, y tomó el nombre artístico de Slobotsky, su apellido materno por considerar que tenía más impacto.
—Mi abuelo era descendiente de judios alemanes —dijo en amena plática con Punto Medio este joven de 29 años de edad que en la rueda de prensa previa a la presentación que esta noche tendrá en Merida, cuando le preguntaron de sus antecesores, sin mayor desparpajo dijo: “A todos los convirtieron en jabón”, con lo que arrancó la risa de los presentes.
Con esto el joven “standupero”, dio una muestra de la manera positiva que tiene de vivir la vida y de utilizar todo lo que esté a su alcance para elaborar los guiones como el que esta noche presenta en función única en el Nuevo Teatro Fantasio.
El stand up que voy a estrenar acá se titula “De todo se ofenden”, y está dedicada a la doble moral de la gente que se ríe de todo y de todos, pero que tienen la piel sensible cuando se hace alusión a ellos.
A lo largo del show de esta noche también se abordarán temas de actualidad que con mucho buen humor aluden a Yalitza, la chica oaxaqueña que triunfó en el film Roma y que se convirtió en una celebridad, pero también rememora la vida estudiantil de este joven que se declara ferviente admirador de Cantinflas, quien fue su inspiración y la causa de que por imitarlo al contar chistes a sus compañeros en muchas ocasiones terminara siendo sacado del aula.
—A diferencia de los grandes cómicos como Jo Jo Jorge Falcón, Teo González o Polo Polo que adaptaban chistes de dominio público a su estilo, en el caso de los “standuperos”, nosotros creamos nuestras rutinas en base a la observación, a la forma en la que percibimos el mundo —destacó.
Indicó que parece muy sencillo pero en verdad es muy complicado poder adaptar de manera continua el contenido de la rutina, tanto porque con el internet en cualquier momento aparecen tendencias nuevas que se vuelven virales y también porque se presentan ante públicos de diferentes partes del mundo con una cultura muy diversa.
Los boletos tienen un precio de 310 pesos.
Texto y foto: Manuel Pool