Por salud, la investigadora, maestra y coreógrafa de danza Sonia Castañeda Figueiras se hizo yucateca por adopción y se convirtió en una de las “Madres de la danza clásica en el Estado”.
Hace décadas vino a Yucatán a dar clases al grupo que dirigía la otra “madre” de esta disciplina en la entidad: Socorro Cerón. El destino hizo que años después regresará, pero ahora a vivir, ya que por salud le recomendaron que no podía seguir viviendo en Ciudad de México, por lo que vino a radicar al Estado, donde ha regado la semilla artística.
“Tengo 93 años años y más de 70 años dedicados a esta danza, que ejercerla en México es muy complicado, pero he disfrutado al máximo esta profesión”, destacó Castañeda Figueiras, que ayer le realizaron un homenaje por su trayectoria.
Explicó que este arte es muy difícil mantenerlo en México y por eso pocos se animan a profesarlo. Es lógico si hasta en Estados Unidos pasan apuros para mantenerlo, ya que son inversiones privadas, debido a que no hay apoyo del gobierno.
Expresó que en Europa es donde la situación es diferente, como el caso de Inglaterra, pero que es financiado por el gobierno.
Señaló que dio clases en la entonces llamada Escuela Superior de Artes de Yucatán, así como en otras escuelas, ya que, además, de materializar las coreografías, le fascina enseñar y formar a las nuevas bailarinas.
Fue fundadora de la Compañía Nacional de Danza, estudió en Bellas Artes y como se dio cuenta que el nivel en el país era bajo para su apetito artístico optó por ir a estudiar a Nueva York, también estuvo en Cuba con Alicia Alonso, referencia mundial de esta disciplina. Bailó todos los clásicos como el “Lago de los cisnes”, “La bella durmiente” y “El Cascanueces”, entre otros.
Como maestra se dio cuenta que los maestros de esta disciplina no tenían el método adecuado para evitar lesiones, ya que por la flexibilidad que se requiere se exponen los ligamentos, huesos y optó por redactar un libro “Hacia una escuela mexicana de ballet”.
Detalló que cada persona es especial y se comete el error de entrenarlo con la misma rutina, ua que esta debe adaptarse. “El maestro (a) debe saber lo básico de anatomía”, añadió.
Recordó que ella tuvo que retirarse del escenario hace unos años, luego de que en un gran salto que realizó se lastimó los ligamentos y conforme pasan los años es más complicado mantenerse en esta disciplina.
“Afortunadamente a mi siempre me gustó enseñar, disfrutaba tanto las coreografías, como enseñar, hay quienes me dicen coreógrafa, que lo he hecho, pero no es algo que me gusta tanto como enseñar”, aclaró la entrevistada.
Por último, señaló que desconoce el nivel de la danza clásica y de lo que se realiza en el Estado ya que por su edad, tiene 93 años ,ya sale muy poco, aunque en ocasiones da alguna clase, pero las salidas son muy contadas.
Datos a destacar
– Fue fundadora de la Compañía Nacional de Danza, estudió en Bellas Artes y como se dio cuenta que el nivel en México era bajo para su apetito artístico, optó por ir a estudiar a Nueva York, aunque también estuvo en Cuba con Alicia Alonso, referente mundial de la disciplina.
– Hace décadas vino a Yucatán a dar clases al grupo que dirigía la otra “madre” de esta disciplina en el Estado: Socorro Cerón. El destino hizo que años después regresará, pero ahora a vivir, donde ha regado la semilla artística.
– Estudió conciencia corporal, que es una técnica extraordinaria y que inculca a las maestras y alumnas a que la tomen en cuenta.
Texto y fotos: Darwin Ail