Las bajas temperaturas, el viento, la nieve, y también los contrastes térmicos entre calefacción y exterior producen deshidratación, tirantez y descamación.
Tratar estos efectos del frio en la cara o el cuerpo es relativamente sencillo con una buena crema hidratante, pero nuestras manos están mucho más expuestas que cualquier otra parte del cuerpo. Además de todas las inclemencias derivadas del frio que antes hemos enumerado, las manos además tienen que lidiar con contrastes de agua fría y caliente, y con productos de limpieza agresivos para la piel. Todos estos factores estropean nuestras manos y las envejecen.
La sequedad, las manchas, las arrugas, la pérdida de luminosidad y la falta de firmeza son los principales síntomas del envejecimiento de las manos. Sin hablar de las cutículas, cuya función es proteger la uña, y que se resecan con facilidad, mostrando un aspecto antiestético y aspereza al tacto.
Muchos somos consientes de la debilidad de nuestras manos y cada invierno nos compramos una crema hidratante para protegerlas. Esta crema hidratante, en muchos casos, la llevamos encima a todas partes y nos aplicamos una buena dosis varias veces al día. Aún así, nunca vemos nuestras manos finas e hidratadas y nos preguntamos… ¿Porqué?
La respuesta a esta pregunta está mayoritariamente en los ingredientes que lleva esta crema hidratante en su composición. Si leemos el INCI, es decir esa lista con letras diminutas que hay detrás de envase de nuestra crema, encontraremos palabras como: paraffinum liquidum, petrolatum, paraffin, mineral oil o aceite mineral. Estos ingredientes son derivados del petróleo y lo que hacen es cubrir la piel con una película plástica taponando los poros, evitando que la piel respire y elimine toxinas, causando que las manos se deshidraten aún más, y creando un efecto adictivo o dependencia del producto.
En el momento que nos aplicamos el producto las parafinas nos hacen sentir una sensación agradable de hidratación cuando lo que está sucediendo es todo lo contrario ya que al no penetrar ni eliminar toxinas nuestra piel se deshidrata. Al evaporarse este ingrediente volvemos a sentir nuestra piel real, es decir deshidratada, haciendo que volvamos a aplicar producto. Además, aunque una crema tuviera principios activos hidratantes y regenerantes, al contener parafinas no le permite que puedan penetrar en la pie.
Además las parafinas pueden producir la aparición de alergias y sensibilidad en la piel.
Recomendaciones
1. Escoge siempre una crema hidratante de manos natural con ingredientes como mantecas aceites y extractos de plantas naturales.
2.Para lavar tus manos utiliza jabones naturales y nutritivos.
3.Utiliza guantes para protegerlas del viento y del frío.
4.Una vez a la semana también puedes exfoliarlas para eliminar las células muertas.
–Vanguardia