Saúl ‘Canelo’ Álvarez se impuso ante el puertorriqueño Edgar Berlanga por decisión unánime en la T-Mobile Arena de Las Vegas, victoria con la que retiene sus títulos OMB, AMB y CMB de peso supermediano (168 libras).
Al finalizar el combate, el público se rindió ante el tapatío y en sus primeras impresiones declaró ser el mejor.
“Ahora qué van a decir, enfrento a peleadores más jóvenes. Soy el mejor boxeador del mundo”. Además, le dedicó unas palabras a su rival: “Sigue trabajando, eres un buen peleador, entrena y algún día serás campeón”.
Ya un poco más tranquilo, Álvarez habló del KO que se ha quedado pendiente y aseguró que sus habilidades se mantienen intactas.
“Obviamente uno sueña con el nocaut siempre, al final de cuentas no se pudo dar pero hicimos una gran pelea, desarrollamos una gran pelea arriba del cuadrilátero y me siento muy contento y agradecido con toda la gente que vino a apoyarme. […] Yo a esta división no subo como ellos, pero mi experiencia, mis habilidades boxísticas salen a flote al final de cuentas”, resaltó.
El mexicano se mostró contento y cerró con palabras de agradecimiento a todos sus seguidores y confiado, afirmó que podrán seguir disfrutando al ‘Canelo’.
“Yo disfruté mucho, él se me acercó al último, me ofreció una disculpa, me dijo que se sentía mal por como actuó y ese tipo de cosas, le dije ‘no pasa nada, entiendo la situación en la que estabas y no pasa nada, al final de cuentas es un deporte y vamos para adelante’”, sentenció.
Dominio del mexicano, pero sin nocaut
El ‘Canelo’ llegó a la cita con el objetivo de noquear a su rival. En la previa el pugilista, de 34 años de edad, se puso como intención el acabar la contienda en el octavo asalto; no obstante la fortaleza del puertorriqueño llevo la decisión hasta los jueces. Sobre el cuadrilátero no hubo duda de la superioridad del campeón, quien sumó su victoria número 62 como profesional.
Álvarez tuvo cerca el gane por la vía del cloroformo. De hecho en el tercer asalto el azteca mandó a la lona a su rival con un potente golpe de izquierda. Lejos de intimidarse ‘El Elegido’ sonrió, se golpeó los guantes y se paró de inmediato para dejar claro que derribarlo una vez más sería difícil.
‘Canelo’ lo intentó por todas las vías, pero se encontró con un Berlanga que sorprendió a propios y extraños. No solo aguantó el poderío de Saúl, también propinó castigos que si bien no pusieron a temblar al de Guadalajara, sí sumaron al asombro colectivo. El duodécimo episodio culminó con una imagen de respeto: ‘Canelo’ y Berlanga abrazados, sonriendo y reconociéndose el uno al otro.
Texto y foto: Agencias