ALEPO.- El desalojo de las últimas áreas de la ciudad siria de Alepo bajo el control de la oposición fue suspendido ayer, después de que las milicias del gobierno exigieron que los heridos de dos aldeas chiitas sitiadas por los insurgentes también fueran retirados de la zona.
El segundo día de la operación para sacar a combatientes y civiles fuera del enclave rebelde de Alepo se detuvo en medio de recriminaciones de todos los bandos, después de que se habían acelerado las operaciones.
Alepo ha estado dividida entre áreas controladas por el gobierno y por rebeldes en los casi seis años de conflicto, pero el avance del ejército sirio y sus aliados que comenzó a mediados de noviembre dejó a los insurgentes sin buena parte de su territorio capturado en cuestión de semanas.
Rusia dijo que el ejército sirio había establecido el control sobre todos los distritos del este de Alepo, aunque las tropas del gobierno estaban reprimiendo las áreas donde los combatientes rebeldes seguían resistiéndose, dijo el Ministerio de Defensa en Moscú.
Fuentes rebeldes acusaron a las milicias chiitas que apoyan al gobierno de abrir fuego contra autobuses que transportaban a personas que estaban siendo evacuadas desde el este de Alepo. Los caminos continuaron bloqueados y una caravana de autobuses tuvo que regresar.
Los rebeldes en el este de Alepo estaban en alerta máxima después de que las fuerzas aliadas al gobierno evitaron que los civiles abandonaran la zona y desplegaron artillería pesada en los alrededores y la salida del sector.
Una fuente del gobierno sirio dijo que el desalojo se frenó porque los rebeldes intentaron trasladar a personas que habían secuestrado y porque llevaban armas escondidas en su equipaje.- Excélsior