Taquería Calvillo: un regalo de Michoacán para Yucatán

Un regalo de Michoacán para Yucatán” es el eslogan de la Taquería Calvillo, donde desde las ocho de la mañana se puede degustar una amplia variedad de platillos al más puro estilo Michoacán. El consomé de birria o en tacos y, por supuesto, las carnitas surtidas o de maciza, cuerito o nana, son de lo más recomendable y lo mejor de todo, a un precio accesible.

Ubicado en el número 319 de la Avenida Canek, el local es atendido por Adrián Calvillo Ríos y su esposa Karen, quienes están al pendiente de la atención a sus comensales, que a partir de las cuatro y media de la tarde pueden encontrar otro menú en el que se destacan el menudo, la cabeza tatemada, los tacos de suadero, tripa y longaniza; esta última se trae desde Acuitzio del Canje, Michoacán, que es el lugar de origen de nuestro anfitrión, quien recordó que sus abuelos, también se dedicaron al ramo gastronómico.    

-Vengo de una familia de taqueros, mi abuelo Juan, allá en Morelia, se especializó con el taco al pastor, desde niño me involucré con el ambiente y aprendí con él desde a hacer las compras hasta la manera de atender al cliente con amabilidad y respeto– dijo Adrián, quien llegó a radicar a Mérida en 2012 y al año siguiente emprendió con su esposa esta aventura en la que ofrecen platillos con el mismo sabor que se pueden degustar en Michoacán. 

Adrián y Karen explicaron que comenzaron con una mesa que instalaban a la puerta de su casa en Ciudad Caucel, y su constancia, dedicación y esmero por ofrecer calidad, se vieron coronados con la apertura de su restaurante, en el que literalmente, hacen un regalo de sabor a sus comensales con platillos muy diferentes a los que habitualmente se pueden encontrar en la ciudad.       

En el establecimiento se puede disfrutar de un plato de pancita o menudo con su buena pata, su libro, callo y cacarizo, que es la parte suave de la panza, con pezuña para quienes gustan de huesear, y para acompañar, sus salsitas de guacamole, la roja de árbol, la verde, además de las sesadillas, (de sesos de cerdo), que se preparan solo los sábados y que al salir calientitas y bien doraditas, inundan el lugar con un aroma muy especial.

–El ingrediente más importante es el gusto con el que mi esposo cocina desde las cuatro de la mañana– señaló la señora de la casa, quien a su vez se encarga de preparar un sabroso chocoflan, además de tapioca, un postre que se elabora con la raíz de la yuca y que en este caso se ofrece inclusive combinada con fresas y otros sabores.

–Las tapiocas son anticancerígenas, reducen el riesgo de padecer anemia, y como ayudan a sentirse satisfechos, baja el nivel de consumo– destacó la entrevistada, quien junto con su esposo agradecen a su clientela y en especial a la sociedad yucateca la buena aceptación que han tenido para con su comida. Apostaron todo para montar su local; y van ganando la partida.

Texto: Manuel Pool

Foto: Luis Payán

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