Armando Escalante
Periodista y analista político
La semana pasada remarcamos en este espacio lo que muchos callan y que están dejando pasar porque les parece “políticamente correcto” hacer silencio y no decir nada… aún. Adelantamos que el tema del recorte federal que motivó nuevos impuestos locales, causa inconformidad y enojo, en provecho de la causa del presidente Manuel López. Con el puro recorte de $3,800 millones que nos hizo, él puede -como estoy seguro que quiere- asignar esa misma suma para regalarla a su clientela electoral.
Dijimos que quitarle al estado de Yucatán parte de su presupuesto, le alcanza al Peje para regalar durante todo un año $3 mil mensuales a más de 105,500 votantes, o bien duplicar la cifra de personas -si lo hace la mitad del tiempo- para alcanzar al doble con 210 mil personas ($3,000 por 6 meses igual a $3,780 millones).
Agregamos que de acuerdo con los últimos resultados electorales, las diferencias entre el ganador y el inmediato perdedor van de los 50 mil a los 100 mil votos, de tal manera que añadir 105 mil electores (o 210 mil) a favor del candidato que designe el señor López, bastaría para voltear cualquier triunfo electoral en nuestra entidad y/o su capital. Nadie lo dude.
Ahora, sumemos la molestia que va a generar el alza de valores catastrales que por ley termina elevando el impuesto predial, medida que pondrá mal a la Comuna pese a que gracias a esos recursos se pueden hacer más y mejores calles, poner alumbrado, arreglar parques y darle mantenimiento a la ciudad. Tendrá que hacerse una campaña muy precisa que le haga ver al contribuyente que Mérida es como es gracias a que todos ponen una parte de los recursos que necesita y que ese impuesto es lo mínimo que pone cada familia en todo un año. Y que algunos no aportan ni eso.
El xix.- Señor gobernador Mauricio Vila, ante la imposibilidad de hacerlo personalmente, le solicito a usted respetuosamente se sirva ordenar el repintado correcto de los cuatro (4) carriles de circulación vial en la prolongación del Paseo de Montejo y cruce con la Av. Campestre, donde a diario se registra un gran caos vial porque la demarcación que era de 4 espacios se ha borrado y de manera “natural” los automovilistas manejan en los tres carriles que tiene la avenida, ignorando que en ese crucero el espacio cambia a 4 espacios. Lo correcto es volver a marcar ahí mismo los cuatro carriles que se requieren -no son tres-, en los dos sentidos, con sus respectivas vueltas a la izquierda con flecha de semáforo. Como Ud. sabe de Sur a Norte son 3 espacios para seguir de frente y uno solo para doblar. Y de Norte a Sur, junto a Plaza Carillón, hay una vuelta “continua” a la derecha, más dos carriles para seguir de frente y uno exclusivo para la izquierda.
Erróneamente, hace unos 5 años, cuando se repavimentó esa congestionada arteria, los abusados de la constructora pintaron mal las rayas divisorias y aunque fueron corregidas por orden de la SSP -a petición de un servidor-, con el paso de los vehículos han “reaparecido” las líneas incorrectas y se confunden con las que deben ser. Sin otro particular y sin ánimo de consulta, verificación o análisis alguno, creo que la orden suya debe ser: “Comandante Halcón, corrige eso que publican… ¡para hoy!”. Gracias anticipadas y feliz navidad. Opinaeditorial@gmail.com




