Para el presidente estadunidense, Joe Biden, lo sucedido ayer está íntimamente ligado al cambio climático
Inmensos conos invertidos, negros y salpicados de rayos, con una furia desmedida, hasta 30 tornados fueron arrasando con todo lo que encontraban a su paso por los Estados de Kentucky, Illinois, Missouri, Arkansas, Mississippi y Tennessee. Hasta el momento, se han notificado 79 personas muertas durante la madrugada de ayer. Aun así, el gobernador de este Estado, Andy Beshear, alertaba de que “el número total de muertos podría ser mayor de 100″. “Los informes son realmente desgarradores”, lamentó Beshear. “Tengo problemas para poner en palabras la devastación que veo”, aseguró el gobernador. El Estado de emergencia se declaró a medianoche del viernes y se desplegaron equipos de rescate en las zonas más afectadas de Kentucky.
El presidente Joe Biden calificó los tornados que azotaron las regiones del sur y del centro de Estados Unidos como una “tragedia inimaginable”. “Quizá el más devastador de nuestra historia”. Desde su hogar de Wilmington, el mandatario dijo a sus conciudadanos que el gobierno federal no iba a escatimar recursos para socorrer a los afectados por la larga serie de tornados. Biden dijo haber conversado con el Gobernador Beshear, quien le confesó que lo que había contemplado era similar a “una zona de guerra, o peor”. Para Biden, lo sucedido ayer está íntimamente ligado al cambio climático. El calentamiento global provoca que los fenómenos meteorológicos sean cada vez “más intensos”, aseguró el demócrata.
A pesar de que los vientos ya casi no tienen poder de rotación siguen avanzando y junto a ellos copiosas tormentas. La Casa Blanca declaró su deseo de visitar la zona afectada pero quiere encontrar el momento adecuado, para no entorpecer las labores de reconstrucción y búsqueda de personas.
La violencia desmedida de los tornados y las tormentas han dañado de forma irreparable una fábrica de velas en Mayfield, Kentucky; un hogar de ancianos en Monette, Arkansas; un almacén de distribución de Amazon en Edwardsville, Illinois, perdía una gran parte del techo, provocando el colapso de una de sus paredes. Miles de hogares están sin electricidad y es difícil hacer una predicción de cuándo retornará.
Texto y foto: Agencias