Tras ganar la batalla contra cáncer de mama ahora disfruta cada momento

Sentada en una silla de terraza, Elvia Pérez Canul, de 46 años de edad, recuerda que una vez con el diagnóstico en mano comenzó la batalla contra el cáncer de mama, el cual la hizo apreciar más la vida y aumentar su fe en Dios.
Doña Elvia, como la llaman de cariño en su colonia, viste una blusa con la leyenda “Hoy por mí”; según contó ese es el aprendizaje de esta cruel enfermedad, ya que dijo “las mujeres deberían darse un tiempo para ir a sus chequeos y de este modo prevenir.
Y es que aunque los médicos le han dado de alta, Doña Elvia dijo que desde hace dos años que le detectaron esta enfermedad su vida cambio por completo, pues los múltiples procedimientos médicos y quirúrgicos por los que pasó fueron muy agotadores. Sin embargo, dice, siempre fue positiva.
“Fue una etapa muy triste, pero tenía confianza en Dios. Siempre fui positiva. Pienso que la fe me salvó”, señaló e hizo una pausa para continuar. “Las enfermeras decían que nunca habían visto a una señora que esté pasando por esa enfermedad y que esté tan tranquila”, expresó.
Pérez Canul explicó que antes de tener un diagnóstico llevaba un estilo de vida saludable y llevaba una alimentación balanceada, por lo que, consideró, su caso fue uno muy raro.
–Recuerdo que en julio me hicieron un estudio y no salió nada, en diciembre me salió una bolita, fui al médico y cinco meses después me dijeron que sí era cáncer –dijo.
“Cinco quimioterapias y 25 radioterapias después ya puedo decir que estoy sana, aunque aun así tengo que acudir al hospital para realizarme periódicamente placas y ultrasonidos”, comentó.
A su vez, explicó que “nunca me sentí muerta, o que me fuera a morir o que ya no había nada más, pues siempre tuve la ayuda de sus familiares y la atención psicológica de los mismo, los cuales fueron fundamentales para su recuperación”.
Detalló que para enfrentar al cáncer, sus principales pilares fueron su esposo Dino Domínguez y sus hijos Uriel y Leiky Domínguez Pérez, quienes siempre estuvieron al pie del cañón.
Abundó que quienes sobreviven a esta enfermedad deben ser más abiertas en cuanto al tema, ya que según dice hay mujeres la buscan para pedirle información y ella con gusto la da. “Les recomiendo poner su confianza en Dios, Él sabe porque nos manda esta prueba”.

 

Texto y foto: José Luis Chavarría

 

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