Para ser rentable a la iniciativa privada debe servir también como traslado de carga, asegura especialista
Para el Doctor en Economía, Felipe Alonzo Solís, la construcción del Tren Maya implicaría emplear cuatro veces el presupuesto anual del estado. Por ello los recursos para esta obra deben provenir, en su mayoría, de la iniciativa privada.
Asimismo, el académico consideró que el proyecto sí impulsaría el desarrollo económico de la región, pero se corre el riesgo de que el Gobierno federal al final tenga que subsidiarlo en algún momento de su operación.
“De acuerdo con declaraciones del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, este proyecto tendría un costo de 150 mil millones de pesos, por lo que se necesitaría el presupuesto de cuatro años destinado a Yucatán, que es de 40 mil 800 millones de pesos anuales”, precisó.
Añadió que para que el Tren Maya sea atractivo y rentable para la iniciativa privada debe servir también como transporte de carga, situación que ha impedido que Yucatán, por ejemplo, detone en sectores como el automotriz.
El también coordinador del Posgrado de la Facultad de Economía de la Uady opinó que en cuanto al modelo de transporte de carga, México ha copiado el modelo norteamericano el cual privilegia el traslado de mercancías por carretera abandonando el tren para este fin.
“A Yucatán le ha perjudicado no contar con un tren de transporte de carga más diversificado, pues actualmente las vías férreas prácticamente sólo traen gas natural; por ello, la industria automotriz tuvo su desarrollo en el centro del país porque el estado no cuenta con un medio de transporte ferroviario, que facilite el traslado de automóviles desde Yucatán”, señaló.
En este sentido, dijo que el gobernador Rolando Zapata Bello impulsó de nuevo el tren de carga como parte del proceso de industrialización del estado, en especial con la instalación y operación de la cervecería en Hunucmá, la cual envía un alto porcentaje de sus productos por este medio de transporte.
“Durante muchos años, los gobiernos estatales e inversionistas han querido en Yucatán una planta de fabricación de automóviles, pero no se ha concretado porque no contamos con un eficiente transporte ferroviario de carga, el cual sólo ha servido para transportar gas natural o material de construcción”, manifestó.
Recalcó que es fundamental que el Gobierno entrante genere las condiciones para que más productos yucatecos salgan del estado por tren “porque la realidad hoy es que llegan más mercancías que las que salen, lo cual no sería rentable para ningún inversionista, por ello es fundamental incluir el traslado de carga y no sólo para el turismo con lo cual Yucatán tendría un beneficio adicional”, puntualizó.
TURISMO
El académico declaró que el tener en Yucatán un tren turístico es positivo para atraer más visitantes, “pero si vemos el modelo de Europa, los trenes son negocios subsidiados por el gobierno porque no son rentables por aspectos técnicos, sociales incluso ecológicos, por lo tampoco sería un buen negocio para la iniciativa privada sino se incluye el traslado de carga, de otra manera veo difícil que alguien se montara a invertir en un proyecto que generalmente pierde dinero”.
Alonzo Solís consideró erróneo destinar al proyecto los recursos fiscales obtenidos de la actividad turística por si bien es cierto “que este dinero sirve para promocionar los destinos turísticos de México, éste no alcanzaría ni para cubrir el 20 por ciento de la construcción del tren, cuyo valor estimado es de 150 mil millones de pesos, por ello es vital que los recursos en su mayoría vengan de la iniciativa privada”.
El investigador reconoció que es un acierto apostarle al turismo sobre todo en la Península de Yucatán porque a mediano plazo el tren maya incrementará la derrama económica en beneficiando al sector, “pero al mismo tiempo los inversionistas necesitan certeza financiera”.
FACTIBILIDAD
Sobre la factibilidad, Alonzo Solís reconoció que por su tamaño podría dar un fuerte impulso al desarrollo económico, pero esta característica del proyecto genera varios problemas que pondrían en riesgo su factibilidad económica.
“El problema de la factibilidad económica del proyecto del tren es la cantidad de recursos que se necesitan para que se lleve a cabo, es decir, su financiamiento, por ello los recursos públicos por sí mismos son insuficientes”, puntualizó.
RENTABILIDAD
Respecto a la rentabilidad, Alonzo Solís manifestó que sólo con el transporte de personas llevaría mucho tiempo recuperar la inversión, es decir, dejaría de ser rentable para los inversionistas.
“Para hacerlo rentable el tren maya tendría que ser de pasaje y de carga, pero aun así, el próximo Gobierno federal tiene que realizar estudios para que los empresarios conozcan no sólo la rentabilidad del proyecto, sino además las fuentes de financiamiento”, indicó.
Texto: Jorge Euán