René Emir Buenfil Viera
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No es que no te importe, esa persona no eres tú. Esa persona con la energía disminuida todo el tiempo, viviendo al mínimo y usando la poca energía que le queda para sobrevivir, esa es la depresión.
Esa persona que no tiene ganas de convivir con la gente, amargada todo el tiempo, que estalla a la menor provocación, a la defensiva y que responde agresivamente, es la depresión que te está orillando a eso, esa no es tu esencia. Claro que la depresión quiere que creas que en eso te convertiste, que no hay remedio ni marcha atrás, que tienes que resignarte a una vida entera de esto, pero lo cierto es que no estás viviendo de manera óptima ni con bienestar, estás meramente sobreviviendo.
Quizá estás tan acostumbrado (a) a este estado que crees que es tu normal, o que esta es tu realidad ahora y toca resignarse, pero la depresión no tiene por qué manejar tu vida, imagínate todo el potencial que estás desperdiciando con todo este tiempo deprimido (a), si aún en batería baja logras hacer muchas cosas, imagínate si estuvieras al 100%.
¡Nadie te pararía! No te acostumbres, no es normal, no es lo óptimo, no es sano que estés así. La batalla para salir de la depresión y no volver a caer en ella o desarrollar las herramientas para manejarla de mejor manera y no permitir que vuelva a dominar tu vida será compleja, pero la buena noticia es que puedes ganar esta guerra, hay partes de ti que están dormidas pero que pueden despertar, hay partes nuevas de ti por descubrir que te sorprenderán, sí, puede ser que muchas situaciones difíciles te tumbaron, pero con resiliencia puedes regresar a donde estabas antes de caer, y con crecimiento postraumático puedes salir siendo una mejor persona que antes de la caída.
Recuerda que lo contrario a la depresión no es la alegría, sino la esperanza. Lo que tienes que recuperar en tu vida son las esperanzas, las ilusiones, los sueños, las ganas de vivir, los porqués, las razones, los motivos. No importa cuáles sean, incluso pudieran parecer tontos para otras personas, pero eso no importa, quien tiene que hacer las paces consigo mismo (a) eres tú, reconciliarte contigo, reencontrarte, volver a tu centro, recuperar la claridad mental, volver a estar en paz, reordenarte por dentro para salir adelante.
Tu depresión te está engañando haciéndote creer que las cosas que en tu vida están al mínimo no van a volver a florecer, lo cierto es que puedes desarrollar la capacidad de modular la intensidad de tus reacciones, hacer acciones que te devuelvan la energía, reconectarte con toda la gama de emociones y vivirlas plenamente, dejar atrás al viejo (a) tú y darle vuelta a la página para escribir nuevos capítulos, sin tanto drama, rodeado de personas que saquen lo mejor de ti, que crean en ti y sean dignas de confianza.
Tu vida puede tener muchas posibilidades, porque hay muchas maneras de tomar las riendas y redirigir tu destino y sentir la satisfacción de volver a ser tú dando la bienvenida a la nueva versión de ti.
