“Tultepec quedó con un fuerte olor a muerte”

Habitantes de Tultepec, donde una serie de explosiones en el mercado de fuegos artificiales dejó 31 muertos, peregrinan por los hospitales en busca de sus seres queridos. Para algunos el último sitio adonde buscar fue la morgue.

Habitantes de distintos municipios del Estado de México amanecieron esta mañana en hospitales y en el Semefo, luego de que un incendio de grandes dimensiones acabara con decenas de vidas en el Mercado de artesanías pirotécnicas de San Pablito (Mercado de Cohetes), en Tultepec.

Se tiene registro de 31 personas fallecidas: 26 en el lugar de los hechos y cinco en hospitales. De ellos, 13 han sido reconocidos por sus familiares (se han entregado los restos de 10 de ellos) y están pendientes de identificación 18.

“Acabamos de identificar a mi tía”, dijo Janet Pérez, arropada con una manta en la puerta de uno de los servicios forenses. “Estaba muy quemada pero se la pudo reconocer. Ahora queremos saber cómo están su hijo y su nieto, de 15 y 9 años. Nos han dicho que están en uno de los hospitales pero todavía no sabemos su estado”, agregó.

Desde primera hora familiares desconsolados llegaron a la morgue en busca de respuestas que muchas veces no llegaron: las autoridades advirtieron que algunos de los cadáveres están tan quemados que solo podrán ser identificados con pruebas genéticas.

“No encuentro a mi papá y mi mamá está muy quemada”, dijo entre lágrimas Juana Antolina Hernández. “Estoy esperando que me digan si está aquí mi papá, pero de momento nada”.

Hernández, de 49 años, tenía un local en el mercado junto al de sus padres. La fabricación de fuegos artificiales, un oficio del que está orgullosa, se ha transmitido en su familia de generación en generación. Sólo recuerda que en el momento de la explosión se echó a correr y luego “todo terminó en nada”.

El mercado presumía de ser el más seguro de América Latina.

Las explosiones en cadena, registradas en plena época de Navidad y en uno de los días más bulliciosos del mercado, también dejaron decenas de heridos, 10 de ellos menores de edad. Tres serán trasladados a Galveston, Texas, debido a la gravedad de sus quemaduras para que puedan recibir una mejor atención médica, informó el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila.

Así pasó

A 150 metros del mercado pirotécnico de San Pablito vive un hombre de 60 años de edad, que parece más molesto que consternado por la explosión.

El anciano subió a la azotea de su casa cuando comenzaron las detonaciones para observar cómo se pulverizaban los 300 locales repletos de cohetería y todo lo que siguió; los parabrisas que “volaron”, la gigantesca columna de humo, el correr de la gente, el llanto de las mujeres, la llegada de las unidades de emergencia, las operaciones de rescate y la extracción de cadáveres.

Yo vi un montón de muertos, apilados, pero no pocos, un montón, lo vi desde aquí de la azotea de la casa, en la parte suroeste del tianguis”, asegura.

Ofrece su testimonio, pero se niega a dar su nombre. “Llámeme José Urbán, aquí todos se llaman Urbán, si le doy mi nombre mañana me fastidian, porque ahí en el tianguis hay puros intereses”, insiste, detrás de una reja que delimita su propiedad, ubicada frente a un extenso módulo de ventas inmobiliarias y casas muestra.

Según él, cuando aún no terminaba de disiparse el humo, “entraron a sacar los primeros cuerpos los mismos tianguistas, los amontonaron”.

 

“Pensé que estaba temblando”. A 200 metros del mercado pirotécnico, se desbordan las colonias de casas de interés social Paseos de Tultepec I y II. Son las unidades habitacionales más cercanas a lugar del siniestro, y el principio de una cadena de desarrollos inmobiliarios que se extiende por varios kilómetros. Pese a la cercanía de sus viviendas al expendio de cohetes, no se acostumbran a esas explosiones.

“¡Se acabó el mercado de cohetes de San Pablito!”, gritaban pobladores de la capital de la pirotecnia, al tiempo que se cubrían el rostro con sus manos.

No daban crédito a la tragedia en el tianguis que hoy está convertido en ruinas. El gobernador Eruviel Ávila Villegas aseguró que “el Estado de México está de luto”.

El reporte de las autoridades es de 31 muertos, 72 lesionados y 48 desaparecidos, por lo que el número de decesos podría aumentar. Esta es la tragedia más grande ocurrida en este municipio.

Cerca de las 14:40 horas “se empezaron a oír tronidos, todos corrimos y yo me oculté bajo un auto abrazando a mi nieto”, relató una mujer que cuatro horas después continuaba buscando a dos de sus familiares entre escombros. Llegaron de Los Reyes La Paz a comprar luces de bengala.

Se contabilizaron seis explosiones en hora y media que terminaron con los 300 puestos del mercado.
Ávila informó que 31 personas murieron, tres de ellas en hospitales; se trasladó a 72 lesionados a los hospitales de Cuautitlán, Zumpango, Tultepec, a Traumatología de Lomas Verdes —en Naucalpan—, a Magdalena de las Salinas en la Ciudad de México, a las Américas de Ecatepec y a la Cruz Roja.

Autoridades mexiquenses dieron vista a la Procuraduría General de la República (PGR) que inició una carpeta de investigación por violación a la Ley de Fuegos y Explosivos en contra de quien resulte responsable.

Al menos tres niños resultaron con quemaduras en más del 70% de su cuerpo y serán trasladados vía aérea al Hospital Infantil Shriners de Galveston, Texas, con apoyo de la Fundación Michou y Mau, indicó Ávila Villegas.
“La pirotecnia es una actividad de alto riesgo”, con la que han convivido históricamente los artesanos de Tultepec, quienes conocen del peligro que implica el arte de los juegos de artificio, afirmó el alcalde perredista, Armando Portuguez Fuentes, quien calculó que en el sitio detonaron alrededor de 100 toneladas de productos.

El Fiscal General de Justicia del Estado de México, Alejandro Jaime Gómez Sánchez, tras recorrer y delimitar la zona del siniestro, declarada zona de desastre e investigación, informó que 20 de los fallecidos fueron trasladados al Servicio Médico Forense de Barrientos y seis más al Semefo de Tultitlán, todos ellos sin identificar.

Por el incidente, la Cruz Roja mexiquense indicó que los ciudadanos podrán solicitar ayuda al 065, el cual es su teléfono de emergencias nacional, mientras que el coordinador de Protección Civil, Luis Felipe Puente, proporcionó los números 088 y 911.

El mercado de San Pablito, el más grande del país en venta de pirotécnia, albergaba 300 locales con permisos de la Secretaría de la Defensa Nacional.

La fuerte explosión ha sido retomada por diversos medios internacionales como el diario The New York Times, el portal británico The Guardian, el diario español El País y la cadena Fox News.

Todos los medios dan cuenta de la tradición mexicana de utilizar fuegos artificiales durante la época decembrina.
Con informacion de Debate

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