Chichén Itzá es un sitio maya de secretos. Expertos con láser tratan de detectar si debajo de la pirámide de El Castillo se encuentra la tumba de Kukulcán y ahora circula la posibilidad de que haya un cenote.
Los especialistas tienen que realizar investigaciones basándose de jeroglíficos, ya que hay poco material escrito.
Chichén Itzá fue una importante ciudad maya que, con el paso de los siglos, se ha convertido en uno de los vestigios culturales más importantes de México y del mundo. Por ello, las investigaciones y exploraciones del sitio arqueológico no se han detenido; muestra de ello fue el gran cenote que encontraron especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam).
Como se publicó anteriormente, para utilizar los rayos cósmicos, equipo de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) está construyendo los soportes para un detector que está siendo ensamblado en la Universidad Estatal de Chicago y que empleará muones cósmicos para estudiar la estructura. Los muones son partículas subatómicas con una masa unas 200 veces mayor a la de los electrones. Son muy inestables y se descomponen a los 2.2 microsegundos, pero su masa y carga negativa permiten penetrar en la materia.
La tomografía muónica sería algo así como una radiografía de rayos gamma o rayos X que se utiliza en el cuerpo humano, pero para estructuras. Se utilizaron en las grandes pirámides de Egipto para, mediante detectores externos, conocer la estructura interna de la misma y también se ha empleado en estructuras como la del Vesubio que arrasó Pompeya en el 79 d.C.
La Unam afirmó que “el propósito es sacar una imagen del patrón de densidad interno de la subestructura, similar a una radiografía, ya que los arqueólogos del instituto Nacional de Antropología e Historia (el Inah) piensan que debajo podríamos encontrar una pirámide más pequeña”.
En tanto, respecto al cenote en 2015, un grupo de investigadores de la Unam y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah) detectaron un gran cenote debajo de la pirámide de Kukulkán en Chichén Itzá, lo cual fue posible luego de que científicos del Instituto de Geofísica y de la Facultad de Ingeniería realizaran una tomografía eléctrica tridimensional.
El Instituto de Geofísica de la Unam explicó que dicho hallazgo corresponde a un cuerpo de agua, que de norte a sur mide alrededor de 20 o 25 metros, y en su parte más alargada 30. Algo llamativo de este cenote es que no se encuentra abierto, por lo que la pirámide no flota sobre el agua.
Texto y foto: Darwin Ail