Un grupo de animalitos vive en un bosque cerca de un río; todos necesitan ponerse de acuerdo para que reine la armonía. Hacen sus reglas, su Constitución. En 23 páginas “Un río para todos” enseña a los pequeños las garantías individuales que disfrutan como mexicanos en una nación pluricultural: la educación, el trabajo justo, a expresarse y estar informados, asociarse, transitar libremente por todo el territorio, así como también sus obligaciones ciudadanas.
El Instituto Nacional Electoral (INE), en el marco de la FIL Guadalajara presentó la edición de cuatro libros dirigidos a niños de preescolar y primaria menor (primer a tercer grado).
“Optamos por la ficción. Estamos convencidos que didácticamente esto funciona más que una larga explicación a los niños. Además, un libro didáctico debe estar a la altura de cualquier editorial infantil y ser de lo más atractivo”, explicó en entrevista con Excélsior la coordinadora editorial de El Árbol para Niños, del Instituto Nacional Electoral, Teresa Vicencio.
Por otra parte e inspirado en el libro sagrado del Popol Vuh nace el título Ba’ Aalche’ob, fábulas mayas que se concentran en los artículos constitucionales.
Cada leyenda habla de una garantía individual, dice Vicencio. A través de historias sencillas e ilustraciones se intenta inculcar en la conciencia infantil el concepto de la democracia participativa.
El INE está retomando con mucha vitalidad su papel en el sentido de educación ciudadana y de crear productos para niños. Estos títulos tienen dos ejes, el que se refiere a democracia y vida cotidiana. Lo que queremos es que los niños conozcan el concepto que puede sonar un poco abstracto: democracia, término que nos remite a un proceso electoral, tan desprestigiado. ¿Cómo puede un niño de cuatro y cinco años darle sentido? Y la importancia de ir educando en valores democráticos muchos años antes de que tengan que tomar la decisión de participar en un proceso electoral. Y el segundo, es acercar la Constitución a los niños.