La afición de la Selección Mexicana se empezó a retirar del estadio a 10 minutos que terminara el partido contra Uruguay. El Tricolor ya había sido evidenciado, ante una Celeste que no apretó el acelerador y venció por 3-0.
La promesa de que después de conseguir el boleto a la Copa del Mundo todo sería diferente, parece falsa. Hace unos días le ganó a una Nigeria sin estrellas y en la prueba de alto calibre salió humillado el equipo de Gerardo Martino.
‘Tata Martino’ quiso aprovechar el juego contra Uruguay para experimentar. Cambió su tradicional línea de cuatro para ver cómo jugaba México con cinco defensas. El resultado: en menos de 10 minutos Uruguay ya había estrellado el balón en un poste y terminó ganando el juego por 3-0.
Martino se quedó sentado en el banquillo, mientras que Raúl Jiménez parecía un llanero solitario en el ataque y la defensa del Tricolor no sabía cómo detener a una ofensiva comandada por Edinson Cavani.
La intención, porque presión no hubo, de Uruguay sirvió para anotar el 1-0 al minuto 35. Cavani, la estrella de la Celeste, remató solo dentro del área, Talavera desvió y Vecino festejó el primero gol del partido.
Cuando se esperaba una reacción tricolor, los uruguayos enfriaron el State Farm con el segundo gol del partido, apenas con el silbatazo de la reanudación.
El que no podía aparecer sin marca en el área, Edinson Cavani, se desmarcó frente al marco y fusiló a Alfredo Talavera con un derechazo cruzado tras un centro desde la izquierda .
Pero la pesadilla no terminó ahí, pues al 53 se destapó nuevamente el ‘matador’ con otro riflazo, esta vez desde fuera del área dejando sin posibilidad alguna a Talavera que se estiró cual largo es, pero la violencia de disparo lo venció por completo.
El partido transcurrió de forma rápida y lo más preocupante es que México jamás pudo inquietar la portería de la Selección Uruguaya a tan solo 172 días de que inicie la Copa del Mundo de Catar 2022.
Texto y foto: Agencias