Una nueva luz en la oscuridad del alcoholismo con El Gran Padrino

El pasado viernes por la noche por primera vez se reunieron los integrantes del grupo de alcohólicos anónimos “El Gran Padrino”, que se convierte en una nueva luz para guiar a quienes están en la oscuridad del alcoholismo.

Ubicado en la calle 60 por 85 y 83 del centro de la ciudad este grupo, cuenta con entusiastas personas que llevan muchos años alejados de la bebida, lo que sin duda será de mucha ayuda como ejemplo de que sí se puede y de que hay que tener voluntad para mantenerse firme en la abstención.

Por ello, decidieron nombrar a su grupo de esta manera, “El Gran Padrino”, ya que es compromiso guiar a las personas que se encuentren en problemas por su manera de beber para ayudarles en su proceso de recuperación.

De entrada hay que entender que el alcoholismo es una enfermedad, no un vicio, y que no hay vacuna, pero sí están los grupos de alcohólicos anónimos para enseñar –en base al programa plasmado en documentos libros y folletos, y a través de sesiones diarias– la manera de superar el problema.

“Pero para eso se requiere de mucha constancia ya que quien no sigue los lineamientos recae, y esto ocurre a tres de cada 10 personas aproximadamente”, explica Alberto Z., coordinador de distrito del área Yucatán 1, quien asistió como invitado especial a la apertura del nuevo grupo.

Antes de iniciar con la sesión, el equipo de Peninsular Punto Medio platicó con José G. y Eduardo P, quienes reiteraron la importancia de contar con un nuevo grupo para recibir a toda la gente que quiera llegar hasta su local para recibir un mensaje positivo y evite que por el alcohol tenga problemas no solamente de salud, sino también que los puedan llevar a perder a sus familias.

También comentaron que en la actualidad, lamentablemente, están llegando a los grupos de alcohólicos anónimos más jóvenes desde los 13, 14 y 15 años así como más mujeres.

“Para que ocurra esta situación contribuye mucho, el hecho de que los papás y las mamás tienen que trabajar y los jóvenes encuentran más facilidad para desviarse en el camino, antes veíamos en los grupos, hasta hace 15 años, que llegaba pura gente grande, ahora vemos a muchos jóvenes que llegan con un doble problema: el consumo de alcohol pero también de las drogas”, explicó Eduardo P.

Al respecto, Alberto Z, comentó que lleva 41 años sin beber, y como todos los integrantes de doble A, se reconoce como alcohólico y por eso, para evitar recaer, no debe de descuidarse, ya que está consciente que en su interior con tan solo una cerveza puede desatarse una alergia orgánica que puede revivir su obsesión por la bebida.

Texto y foto: Manuel Pool