Una prenda que distingue a Yucatán

 

 

Yucatán se distingue por sus prendas típicas, las cuales combinan la elegancia y frescura necesarias para ser portadas en cualquier ocasión, como es el caso de la famosa guayabera, prenda única en su tipo que, a pesar de hoy ser sinónimo de elegancia, nació como camisa usada por los jornaleros que cosechaban el fruto del guayabo.

La guayabera, o guayabana como se le conocía por proceder de Cuba, es una prenda diseñada para climas tropicales por el tipo de tela que es muy fresca. Se dice que a Yucatán llegó a principios del siglo XX y hoy en día es símbolo de elegancia entre los habitantes de la región.

“Actualmente la guayabera tiene un auge impresionante, porque lo usan políticos, empresarios, gente que viene a Yucatán para bodas y otros eventos importantes. Es una de las prendas favoritas de los caballeros porque es para cualquier ocasión, ya que la pueden usar desde meseros hasta el Presidente de la República”, señaló Rita Margarita Chan Castañeda, dueña de la tienda de ropa típica Esencia Maya.

“Yayabera”, su antecedente

Algunos historiadores dicen que un hombre cubano de nombre José Pérez Rodríguez pidió a su mujer costurera, Encarnación Núñez García, le confeccione una camisa con los compartimientos adecuados para llevar en ellos sus cigarros y lo que pudiera ofrecerse.

Primeramente, a esta vestimenta se le conocía como “yayabera” debido a que se utilizaba en la zona del río Yayabo. N obstante, al notar que los campesinos solían usar para guardar guayabas en las grandes bolsas, se le renombró como guayabera.

Con el paso del tiempo esta peculiar camisa fue cobrando cada vez más importancia, prueba de ello es que en el año 1880 el ayuntamiento de Sancti Spiritus en Cuba, otorgó la autorización oficial de usarla en eventos en los que únicamente se admitía el acceso a quienes portaran traje y corbata, dando así un punto más en elegancia y glamour a esta prenda. Poco después en ese mismo lugar otro alcalde en turno proclamó el 25 de julio como el Día de la Guayabera en ese país.

Visitas a El Encanto

En ese entonces el estado de Yucatán había acumulado ingresos económicos impresionantes gracias a la industria del henequén, que durante siglos dio trabajo a toda la región y cuyos beneficiarios construyeron las famosas haciendas coloniales.

El asunto es que los hacendados adinerados solían viajar a Cuba, donde compraban sus guayaberas a la medida. Solían acudir a la prestigiosa tienda de La Habana llamada El Encanto para adquirir la prenda que con el tiempo se convirtió en símbolo de distinción y elegancia.

Se dice que esta prenda fue introducida al país por don Pedro Mercader Gausch, un español que vivía en Mérida y quien comenzó a fabricar sus propios diseños, agregándole a las bolsas delanteras superiores tapas y botones, e hizo más anchas las bolsas inferiores. Al ver que tradicionalmente los yucatecos vestían de blanco, decidió que ese debía ser el color de la prenda.

Con la Revolución Cubana de 1959, los hacendados ya no pudieron ir por sus guayaberas a la isla y algunos sastres de Mérida empezaron a producirlas.

No fue sino hasta los años 70 cuando la prenda yucateca se volvió tan popular que incluso el presidente Luis Echeverría Álvarez instituyó la guayabera como una de sus vestimentas oficiales. Así nace la famosa frase: “Yucatán es la puerta del Mundo Maya y Mérida es la capital mundial de la guayabera”.

Fue cuando se incrementó en México la producción y la popularidad de estas camisas. La calidad y la destreza de los artesanos yucatecos se hicieron tan famosas que pudieron salir al mercado internacional.

Competencia con Taiwán

Pero los sastres de Yucatán tuvieron que enfrentarse a un desafío tremendo en la década de 1985 a 1995. Productores de Taiwán se apoderaron del diseño e invadieron el mercado internacional con guayaberas muy baratas. Luego vino la devaluación del peso en 1994, que incrementó la crisis.

Sin embargo, aunque durante años la producción bajó hasta un 80%, los productores mexicanos supieron reaccionar. Primero se enfocaron en la guayabera de alta calidad, que requiere mano de obra calificada y experimentada, y que por lo mismo Taiwán no puede producir, ya que lo que busca es hacer volumen a bajos costos.

Fue también en ese momento cuando los productores yucatecos se diversificaron trayendo productos más atractivos al mercado: aparecieron por primera vez guayaberas para mujer, empezaron a utilizarse telas de color en vez del blanco tradicional e innovaron con diseños modernos.

Estas estrategias han dado un nuevo impulso a la guayabera yucateca, que en los últimos años ha vuelto a imponerse tanto en el mercado nacional como en el internacional.

Una prenda versátil

En la actualidad la guayabera yucateca goza de una muy merecida fama mundial, ya que Yucatán ha sido uno de los mayores promotores de ésta, además de que la ha perfeccionado y rediseñado.

Hoy en día la guayabera es un elemento indispensable en el traje típico del yucateco. Pero no sólo eso: es también muy frecuente verla en fiestas y eventos, durante épocas calurosas o como prenda de uso diario, ya sea para ir a la oficina o salir de paseo.

Su vigencia es indiscutible y es tan representativa que muchos políticos y presidentes mexicanos la han usado en sus giras lo mismo que más de un mandatario visitante en nuestro país.

Esta elegante prenda se ha vuelto tan representativa de la cultura mexicana que el 21 de marzo desde hace tres años fue declarado como el Día de la Guayabera. Para celebrar la fecha se lleva a cabo una pasarela en el Centro de Convenciones Siglo XXI de la ciudad de Mérida, así como diversos eventos y promociones relacionados.

El pasar de los años y las vueltas de la moda han traído algunos cambios en los diseños, agregando color y un toque más moderno, pero sin perder nada de su célebre elegancia y gran comodidad. La guayabera es una prenda que permanece vigente y que continuará estándolo por muchos años, afirman sus promotores.

Estilos y derivados

Hay otras prendas que tienen un gran parecido con la guayabera, como la filipina y la chazarrilla, las cuales a primera vista podrían parecer lo mismo, pero en realidad existen diferencias que las hacen únicas.

La guayabera es definida por contar, en la mayoría de los diseños, con cuatro bolsillos, por sus bordados intrincados y por su confección en lino o algodón ligero; cuenta con diseños innovadores, en el clásico confort y versatilidad.

Dependiendo del material y el bordado, una guayabera puede ser tan casual como una camisa “sport” o tan apropiada como un traje de negocios. El color predominante de la guayabera es el blanco tradicional, pero los diseños más actuales vienen en casi cualquier color.

También llevan adornos o costuras laterales y pueden ser tanto de manga corta como de marga larga.

En contraste, la chazarilla es una combinación de camisa “sport” con cortes similares a una guayabera, ambas se usan fuera del pantalón, pero los materiales y diseños son completamente diferentes.

La chazarrilla sólo cuenta con dos bolsas a la altura del pectoral y no tiene adornos ni costuras y sólo se fabrica en manga corta.

Por su parte la filipina tiene cuello “estilo mao”, redondo, y no cuenta con bolsas sino con alforzas para colocar bolígrafos y sólo es de manga larga.

Además las guayaberas pueden dividirse en tres modelos: la tradicional, la presidencial y la rejillada. Esta última es la que cuenta con rejilla alforza, bordado y bolsas.

 

Roberto Ojeda

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