Una victoria soñada

Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
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Ha concluido un nuevo capítulo del Grand Slam más icónico en el tenis y, como suele suceder, esta edición dejó momentos especiales sobre el césped, grandes victorias, dolorosas derrotas, polémicas por disciplina pero, sobre todo, nos demostró que el mundo del tenis está viviendo un relevo generacional que poco a poco va adquiriendo mayor protagonismo.

Markéta Vondrousová nació en junio de 1999 en República Checa, durante su etapa en la categoría junior tuvo un interesante recorrido en la modalidad de dobles que incluyó la obtención del Abierto de Australia y el Roland Garros, ambos en el 2015. Un año más tarde debutó oficialmente en la WTA, máximo circuito profesional femenil.

Como tenista profesional su participación ha ido de menos a más; a pesar de haber obtenido su primer título individual de WTA a los 18 años, después atravesó por una época donde no conseguía clasificarse a las últimas rondas, principalmente de los Grand Slam, pero fue justo en el polvo de arcilla donde su carrera estuvo a punto de cambiar cuando en el 2019 disputó la final del Roland Garros ante Ashleigh Barty, sin embargo, terminó perdiendo por 6-1, 6-3.

Aquella primera final sería el indicio de que estaba encontrando su propio estilo con la raqueta que se vio cristalizado en los Juegos Olímpicos de Tokio donde también logró acceder a la final ante la tenista suiza Belinda Bencic. Tras un reñido partido que se tuvo que alargar hasta el tercer set, Markéta no pudo conseguir la victoria y terminó con la medalla de plata. Al año siguiente se sometió a una cirugía que la alejó del circuito durante seis meses.

Wimbledon es un torneo más que especial, es verdad que no es el único Grand Slam del circuito pero tiene una atmósfera que lo vuelven la competencia por excelencia dentro del tenis. Si quieres probar tu desempeño en este deporte tienes que salir triunfante sobre el césped aunque, en muchas ocasiones, se necesita más del propio espíritu para conseguir esta odisea.

En lo que fueron dos semanas soñadas donde Vondrousová no llegó como favorita, tuvo que enfrentarse a jugadoras importantes del top ten del ranking, hubo partidos en los que inició perdiendo el primer set y tuvo que venir de abajo, de esta forma, paso a paso, logró avanzar a la final que toda tenista quiere disputar y de frente estaría Ons Jabeur. Porque para ser la mejor hay que ganarle a las mejores.

Este fin de semana Markéta Vondrousová se convirtió, a sus 24 años, en la primera campeona de Wimbledon que logra el título sin ser cabeza de serie en la clasificación y con la posición más baja del ranking siendo la número 42 del mundo. Qué manera de jugar durante todo el torneo, con la fortaleza mental que se requiere para, aún, en la adversidad salir victoriosa confiando en tu talento y capacidades. Ojalá que vengan muchos más, estoy segura que así será.