Unidos por los mares y costas de Yucatán

Salvador Castell-González

La semana pasada, Yucatán se convirtió en un ejemplo inspirador de conservación, demostrando cómo la colaboración entre comunidades, autoridades y organizaciones puede superar los desafíos ambientales, restaurar manglares y fortalecer la gobernanza, sembrando esperanza en un futuro sostenible.

Alicia Bárcena, titular de la Semarnat, lideró el lanzamiento del Programa de Reforestación de Manglares, subrayando la importancia de las comunidades locales como “grandes restauradoras de la costa” y su papel fundamental en el desarrollo sustentable. Asimismo, en Chuburná, participó como testigo del inicio del Programa Costero de Siembra, reafirmando el compromiso del gobierno federal con los esfuerzos comunitarios para restaurar los ecosistemas costeros, en coordinación con comunidades pesqueras y organismos ambientales.

Simultáneamente, en las instalaciones de TecNM Mérida, el Sistema de Acción Climática para los Mares y Costas de Yucatán (Sacmyc), impulsado por la Iniciativa por los Mares y Costas de México, se consolida como un espacio clave para el intercambio de conocimientos, el fortalecimiento de la gobernanza local y la construcción de redes de colaboración. En alianza con VA POR LA TIERRA y la Coalición Empresarial Contra el Cambio Climático (Cecc), esta plataforma destaca por su esfuerzo en visibilizar las problemáticas ambientales y fomentar soluciones conjuntas para enfrentar los retos que el cambio climático impone sobre los ecosistemas costeros.

En este evento, tuve el privilegio de conocer a las Chelemeras, un grupo de mujeres de Chelem que, durante casi 14 años, han transformado su entorno mediante la restauración del manglar. Gracias a técnicas innovadoras, han recuperado más del 60% de la topografía y el 90% del flujo hídrico en 110 hectáreas de la Reserva Estatal de Ciénagas y Manglares de la Costa Norte de Yucatán, protegiendo un ecosistema vital para las costas y la biodiversidad marina.

Los eventos recientes en Yucatán son un recordatorio poderoso de lo que podemos lograr cuando unimos fuerzas por un propósito común. Cada iniciativa, desde la restauración del manglar hasta el fortalecimiento de alianzas estratégicas, refleja el profundo compromiso de las comunidades, el gobierno, las empresas y la academia por preservar nuestra riqueza natural.

Este esfuerzo colectivo no solo protege nuestros ecosistemas marinos y costeros, sino que también inspira esperanza. Es un llamado a abrazar el cambio, a trabajar juntos con determinación y a creer en un futuro donde la armonía entre el ser humano y la naturaleza no sea un ideal distante, sino una realidad tangible. Porque cada mangle sembrado, cada alianza forjada y cada historia de éxito nos acerca un paso más a un planeta más sano y sostenible para todos.