El uso electoral de la migración amenaza con hacer estallar el sistema de asilo en Estados Unidos, que está sumido en su peor crisis en la frontera sur mientras la Casa Blanca intenta rehuir las críticas republicanas con los comicios presidenciales en el horizonte próximo.
En el centro del tornado político están el presidente, Joe Biden, y su jefe de migración, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, a los que los republicanos hacen máximos responsables de la crisis actual.
De hecho, los republicanos aprobaron este martes por la noche en la Cámara Baja someter a juicio político (impeachment) a Mayorkas, acusándolo de estar desatendiendo la frontera al no aplicar las leyes migratorias existentes.
Un acto que no tiene precedentes y que pone a la migración como tema central a menos de nueve meses de las elecciones, pero que no tiene mayor recorrido porque el Senado, el hemiciclo encargado de llevar a cabo ese proceso, está dominado por los demócratas.
Tan sólo tres (de los 219) republicanos en la Cámara Baja votaron en contra de un impeachment que tiene un claro objetivo electoral. Uno de ellos, Ken Buck, afirmó después del voto que “este es un impeachment terrible y sienta un precedente terrible”.
La estrategia por la que han optado los republicanos, con el expresidente y precandidato a la Casa Blanca, Donald Trump (2017-2021), al frente, es la de bloquear cualquier iniciativa que pueda abordar la crisis actual para seguir castigando a los demócratas.
Texto y foto: Agencias