VA POR LA TIERRA / ¿SUPERNOVAS Y DINOSAURIOS? EL ENIGMA DE LA EXTINCIÓN

En la inmensidad del cosmos, las supernovas representan eventos cataclísmicos que, aunque lejanos, nos recuerdan la fragilidad de nuestra existencia.

Son fenómenos naturales, inevitables e irremediables, cuyos efectos pueden trascender el tiempo y el espacio, llegando incluso a influir en la historia de nuestro propio planeta. Pero, ¿podría una supernova haber influido en la extinción de los dinosaurios hace millones de años?.

Los científicos han debatido durante décadas sobre la causa de la extinción del Cretácico. La teoría del impacto de un gran asteroide en Chicxulub, México, es ampliamente aceptada. Sin embargo, una nueva hipótesis intrigante sugiere que una supernova cercana también podría haber desempeñado un papel.

Imagina el cielo nocturno iluminado por una estrella moribunda. A medida que la supernova explota, libera radiación cósmica y elementos pesados.

Los gases producidos por esta supernova pueden afectar la atmósfera y alterar el clima, contribuyen- do a la extinción. Si una supernova ocurriera a una distancia menor de 50 años luz, las radiaciones cósmicas emitidas podrían dañar la capa de ozono que protege la Tierra de la radiación ultravioleta del Sol. Esto aumentaría la cantidad de radiación dañina que llegaría a la superficie terrestre, afectando negativamente la salud humana y la biodiversidad.

La radiación electromagnética emitida por la supernova podría afectar a los sistemas electrónicos y de comunicaciones en la Tierra y en los satélites artificiales cercanos. Esto tendría un impacto importan- te en nuestra sociedad tecnológica.

Además, la explosión de una supernova también puede crear elementos más pesados, como el hierro, que son fundamentales para la vida tal como la conocemos.

Recientemente, un estudio basado en modelos generados por inteligencia artificial sugiere una hipótesis intrigante: la explosión de una supernova a 65 años luz de la Tierra podría haber sido la causa de la extinción de los dinosaurios.

Sin embargo, mientras las supernovas están más allá de nuestro control, hay una crisis que está completamente en nuestras manos: la sexta extinción masiva. A diferencia de las extinciones pasadas, provocadas por colisiones de asteroides, erupciones volcánicas o supernovas, esta vez somos nosotros, los seres humanos, quienes estamos acelerando la pérdida de biodiversidad a un ritmo sin precedentes.

La deforestación, el cambio climático, la contaminación y la sobreexplotación de recursos son solo algunas de las formas en que estamos alterando el equilibrio natural. Lo imperdonable no es la acción de una supernova, sino nuestra inacción ante la degradación ambiental que nosotros mismos hemos causado.

Es hora de reconocer nuestra responsabilidad y tomar medidas urgentes para proteger nuestro hogar, la Tierra. Sólo así podremos evitar que la historia nos juzgue como los arquitectos de nuestra propia destrucción. La sexta extinción masiva es una elección, no un destino, y el momento de actuar es ahora.

Salvador Castell-González

Biólogo marino con estudios de posgrado en biotecnología genómica, biología molecular y educación especial. Entusiasta de la ciencia y tecnología para el desarrollo sustentable.