Vecinos del fraccionamiento Pacabtún se encuentran sin energía eléctrica desde hace tres días, y la respuesta de los empleados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que atendieron el reporte fue: “No tenemos recursos para ponerles otro transformador, a ver cuándo se arregla”.
Esta postura sin empatía por parte del servidor público de la “empresa de clase mundial” provocó ayer el enojo de los habitantes de las calles 73, 75 y 77, quienes decidieron cerrar las calles a la circulación, en demanda de que les restablezcan el servicio.
En recorrido realizado por el equipo de Peninsular Punto Medio, personas adultas mayores manifestaron que tienen en el refrigerador medicamentos que se pueden descomponer, como la insulina; además de que las tienditas del lugar, sin energía eléctrica, no venden refrescos, productos que representan su mayor volumen de ventas y que son un “gancho” para que el público se lleve otras cosas.
Otra afectada, conocida como “La Güera”, dijo que tiene en el refrigerador productos perecederos que utiliza para preparar su venta de comida, la cual expende en el parque del “Pez Volador”, pero que no ha podido realizar; así es que la falta de energía eléctrica afecta su economía.
“Tenemos niños que están sufriendo por el calor, hay mosquitos, la comida se está descomponiendo”, dijo otra de las afectadas, quien recalcó que paga puntual su recibo de energía eléctrica, por lo que considera que debiera recibir atención inmediata cuando se reporta un corte.
La interrupción a las vialidades inició en la calle 46 por avenida Fidel Velázquez en dirección de oriente a poniente, es decir, del Periférico hacia el centro de la ciudad, sobre la calle 59. También se cerró el paso sobre la avenida 50 de Pacabtún, justo frente a la base Oriente de la Secretaría de Seguridad Pública, cuyos elementos colocaron patrullas a manera de prevención sobre las calles cerradas.
También se interrumpió la circulación sobre la propia avenida 50 desde la calle 65 con rumbo a la avenida Fidel Velázquez, en dirección de norte a sur, por lo que en todas esas intersecciones se formaron cuellos de botella, complicando el tránsito.
Algunos conductores que salieron de calles intermedias y se toparon con los vecinos que se encontraban sobre la calle 73 por 50, mostraron enojo por la situación e inclusive se hicieron de palabras con algunos de los manifestantes, sin que se llegara a la violencia, mientras que otros tomaron las cosas con calma e incluso se solidarizaron con los vecinos, sugiriéndoles que soliciten un transformador móvil.
Los vecinos manifestaron que están dispuestos a permanecer en las calles hasta que su petición sea atendida.
Texto y foto: Manuel Pool




